Quizás no lo sepas, pero la carretera es como la vida; en ella te cruzarás a diario con fauna de toda clase; personas que siempre estarán dispuestas a echarte una mano cuando la necesitas, otras que a penas notarás que existen, otros que, por el contrario, siempre querrán ser los protagonistas, etc. Pero de todos, el peor es el típico listillo que emulando al Lazarillo de Tormes siempre trata de buscar esa ocasión para meter su vehículo en el último instante con el único propósito de ganar unos metros.
De modo que si tu eres uno de esos, quiero decirte una cosa. Te odio, Te odio con todas mis fuerzas. Ciertamente, me gustaría compadecerte en vez de odiarte, porque así estaría seguro que tus acciones son resultado de la más absoluta ignorancia. Pero tu y yo sabemos que no es así, que vas por la carretera buscando solamente tu propio beneficio sin importante una mierda las consecuencias que puedan tener para los demás conductores, y que en realidad eres el peor tonto con el que uno se puede cruzar: el que no sabe que lo es, pero además se las da de listo.
Ahora podría soltar un discurso muy instructivo sobre Seguridad Vial, o cómo debemos comportarnos en determinadas situaciones del tráfico, pero tranquilo, no lo voy a hacer: primero, porque sé que no te molestarías en leerlo, y segundo porque dudo también que tuvieras la capacidad suficiente para entenderlo. En vez de ello, sólo diré que cuando vas por ese carril izquierdo que pronto se corta para incorporarte a una retención en el último momento, estás perjudicando al resto de conductores. Y sólo te diré que cuando apuras al máximo para tomar esa salida en el último instante sin importar que tengas que pasar por dos o más carriles porque el carril en el que circulas va más rápido, estás obligando a quienes circulan por el carril que invades a frenar bruscamente, poniendo en peligro su seguridad.
De modo que si crees que con este comportamiento eres el más listo de la carretera, déjame decirte que no es así; simplemente tienes suerte. Suerte de que la mayoría de conductores no sean como tú, porque es muy fácil reconoceros, y si nos lo propusiéramos os haríamos la vida imposible. Sólo basta con circular tranquilamente por nuestro carril de la derecha y estar atento al espejo retrovisor ante una inminente llegada a una salida de la vía, para acelerar nada más ver a uno de vuestra calaña circulando con su vehículo a toda hostia por el carril izquierdo para cambiar de forma suicida dos o tres carriles en a penas 200 metros para tomar la mencionada salida. ¿Te has parado a pensar qué ocurriría si te viese las intenciones y yo comenzase a acelerar para taponarte la salida? ¿O has pensado qué ocurriría si nadie te dejase incorporarte en el último momento a un atasco?
Exacto, te enfadarías enormemente, sabiendo incluso que no tienes la razón de tu parte y que tu comportamiento es perfectamente denunciable. Créeme, he deseado hacerlo decenas de veces, porque como he dicho antes, se os ve venir las intenciones. Es más, he deseado que algún día alguna extraña alineación de planetas despertase de forma colectiva este deseo de tocar los cojones por parte de los conductores normales hacía vosotros, pero de hacerlo, seguro que la cosa acabaría en accidente.
Esa es la diferencia entre los conductores normales y los conductores como vosotros, escoria del asfalto. Nosotros apreciamos nuestra vida, pero también la de los demás; somos conscientes de que la carretera es un lugar en el que interactuamos con cientos de conductores cada vez que nos ponemos al volante. No sé si conoces lo que es eso, pero puede denominarse con el término de convivencia, y se basa en una serie de normas que hay que respetar con el objetivo de garantizar el mejor bienestar entre todos. Pero bueno, si eso de la convivencia no va contigo cuando conduzcas, desearte que a lo largo de tu vida te encuentres con gente que hace lo mismo en otras parcela. Así, te deseo que tu vecino te despierte con la música a todo volumen cuando estés descansando, que pises una mierda de perro gigantesca cuando vayas caminando porque su dueño no la recoge, o que alguien se te cuele en esa interminable cola en la que llevas más de una hora esperando.
Un saludo, querido conductor listillo.
Un saludo, querido conductor listillo.
Hay gente que circula con una velocidad y unas maniobras como si le persiguiera los matones de la mafia, yo creo que es un sintoma de la perdida de valores y respeto al projimo de la sociedad actual, en la que se valora al "listillo" o al "espabilao" de turno que muchas veces se va de rositas, solo que en le caso de la circulacion de vehiculos afecta a la seguridad y vida de las personas.
ResponderEliminarUn saludo.
Esa pérdida de valores es un problema que hay que atajar de raíz, y no sólo en la educación vial, sino en la educación en general. A estas alturas a las que estamos me sigue sorprendiendo la gran distancia que hay entre el civismo de países como Japón y nosotros, por poner un ejemplo. En fin, a este paso ya me resulta extraño que no hayan declarado a la picaresca española bien de interés cultural, jejeje.
EliminarUn saludo ;)
En la carretera hay que ser un poco pasota con los demás, porque si me indignara con cada cosa que me hacen y veo. Yo prefiero ni pensarlo, porque sino no saldría a la carretera.
ResponderEliminarSaludos!
Creo que acabas de presentar lo que es la vida misma. Como a lo largo de ella tengamos que ofuscarnos e indignarnos a raíz de las acciones o dichos emanados por cada tonto que nos cruzamos, nunca tendríamos tiempo de ser felices.
EliminarUn saludo ;)
Como bien dice MDiaz, no saldría a la carretera. Pero, ¿debemos permitir que una parte de la sociedad incumpla las normas?¿Os importaría que yo robase todos los días un euro? y a la vista de un montón de gente indignada por que ellos saben que eso esta mal y suponen que yo también soy consciente.
ResponderEliminarPersonalmente creo que no todo el mundo es igual, y que algunos de nosotros debemos pedir a las autoridades que atajen este tipo de comportamientos. Si la educación no ha funcionado, pues a base de sanciones, que parece que eso lo entiende casi todo el mundo. Debemos exigir que se aplique la ley, y si alguien la incumple, se le sancione. Se ha invertido mucho dinero para el desarrollo y puesta en servicio de radares, hay actitudes incívicas que para atajar (yo personalmente creo) no es tan costoso como el exceso de velocidad. Por favor, pidamos que se sanciones esas actitudes. Yo, voy a poner un ejemplo donde se podría poner una pareja de la guardia civil, sin radar únicamente con prismáticos, o una cámara que les permita ver hasta un kilómetro atrás este tipo de actitud , y a todo aquel que ponga en riesgo su vida y la de los demás por intentar colarse en el ultimo momento, sanción. El punto es en la M40 de Madrid salida 46 con dirección A Coruña.
Como bien dices, lo primero que hay que hacer es educar, y en este sentido se está tardando demasiado en convertir la Seguridad Vial en una asignatura de vital importancia en las escuelas y desde los primeros años de enseñanza hasta el último (en este sentido tengo en mente publicar un futuro artículo)
EliminarY en cuanto a los conductores infractores soy de los que piensan que cuando a una persona se le retira el permiso de conducir no debería tener opción a recuperarlo jamás.
Un saludo ;)