DIARIO DE UN FRIKI DEL MOTOR

Este mes de junio que acabamos de abandonar nos ha traído una "nueva normalidad" a la que algunos nos está costando acostumbrando, y a otros... bueno, otros parece ser que no se han enterado de nada, o simplemente pasan del tema. Pero polémicas de conductas personales al margen, poco a poco hemos ido recuperando aquello que parecía darle sentido a nuestra vida: las terrazas de los bares están a reventar, ha vuelto el fútbol, podemos desplazaros entre comunidades autónomas para ver a familiares... y por supuesto, el mundo del motor está de nuevo en marcha. Eso sí, lo que no ha parado es el habitual recopilatorio de las fotografías de Instagram que suelo compartir con vosotros a principios de mes, procurando como siempre reunir fotografías de lo más variopintas. Espero que te guste. Añadir título

Todo hace presagiar que ante la crisis económica que se avecina el mercado de vehículos de segunda mano adquirirá más importancia de la que tiene. Por eso, no está de más repasar algunos consejos y trucos prácticos para acertar con la compra de un automóvil dentro de este mercado Tras haber superado (esperemos) lo peor de la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, seguro que estarás harto de ver o leer en las noticias que se avecina una fuerte crisis económica. Bueno... lo cierto es que por ahora nadie sabe a ciencia cierta cómo va a evolucionar la economía, pero sí que hay una cosa clara que hemos aprendido de anteriores crisis económicas, y es que la gente acude más al mercado de segunda mano a la hora de comprar aquellos productos cuyo valor suponga un importante desembolso económico. Dentro de este tipo de mercado encontramos el sector de automóvil, y si ya de por sí se venden casi dos coches de segunda mano por cada uno nuevo en España, está claro que a partir de ahora este

Pyotr Petrovich Shilovsky fue un aristócrata ruso de principios del siglo XX interesado en el mundo de la ingeniería y que estaba “un pelín” obsesionado con todo lo que rodeaba al mundo de los giroscopios. Shilovsky creía firmemente que los giroscopios tenían mucho futuro en el campo de los transportes, por eso no se lo pensó dos veces y en 1912, durante uno de sus habituales viajes a Reino Unido, propuso a la marca Wolseley la construcción de un vehículo con el efecto giroscópico como principal cualidad. Finalmente convenció al fabricante británico, y un par de años después, concretamente el 28 de abril de 1914 se presentaba al público el Shylovski Gyrocar, un extravagante automóvil de dos ruedas que se sostenía por sí mismo, y que encima ofrecía espacio para seis ocupantes distribuidos en tres filas de asientos, ubicando entre la primera y la segunda fila el mecanismo giroscópico. La propulsión se confiaba a un motor Wolseley-Vickers de cuatro cilindros y 3,1 litros con una potenc