Desde hace ya varios años el mercado del automóvil ha sido testigo del cada vez mayor auge en las ventas de vehículos de segunda mano. Fruto del aumento de esta demanda han proliferado muchos negocios de compra-venta y, como también se presagiaba, también el precio de estos vehículos.
Debido a esta subida de precios, es normal que los compradores quieran asegurarse de que el vehículo que van a adquirir cumpla con unos requisitos que garanticen que es un producto de confianza, por lo que siempre surgen las mismas dudas. ¿Tendrá los kilómetros rebajados? ¿Habrá sufrido algún accidente importante? ¿Tendrá algún fallo mecánico? Resumiendo, que nuestra adquisición sea más un acierto que un quebradero de cabeza.
Fruto de ello han proliferado empresas que se dedican a la revisión de estos coches de segunda mano, con el fin de asesorar a los clientes interesados en un vehículo tanto a la hora de peritar un coche como en la posterior emisión de un informe detallando el estado real del vehículo.
¿Pero que es un peritaje? Los expertos definen el peritaje técnico de vehículos como el proceso a través del cual se lleva a cabo una revisión técnico-mecánica del vehículo para conocer su estado general. Por este motivo, es más que recomendable optar por el peritaje de vehículos usados antes de hacer una compra, ya que son de gran ayuda a la hora de saber si el vehículo que se desea comprar está realmente en buen estado.
Ahora bien. ¿Qué aspectos de un vehículo son los que analizan estos expertos? Vamos a conocerlo en detalle.
CARROCERÍA.
Suele pasar; vemos un anuncio que nos interesa, observamos las fotografías, y nos quedamos asombrados del excelente aspecto exterior que luce el coche en venta. No tiene golpes, ni arañazos, y la pintura luce como si fuera nuevo. ¿Pero de verdad el vehículo siempre ha estado así de bien conservado, o ha sufrido reparaciones importantes?
Pues bien, a un perito profesional no se le escapa ningún daño accidental, por muy bien que se haya reparado el automóvil, por lo que podremos conocer de primera mano si la carrocería ha sufrido golpes, ha sido repintada en alguna de sus partes o totalidad, o incluso si se ha tapado partes que puedan estar oxidadas (no olvides que el óxido es el gran enemigo de todo vehículo)
Pero además, y no por ello menos importante, el perito constatará también que la carrocería no se encuentra torcida.
ESTADO DEL INTERIOR.
El interior de un automóvil también nos dice mucho sobre cómo se le ha tratado. El perito puede encontrar indicios de desgaste sospechosos en elementos como el volante, palanca de cambio, pedales y asiento del conductor que hagan pensar que el kilometraje ha sido manipulado.
Igualmente, hoy en día un coche de fumador difícilmente puede venderse a alguien que no fume. Por tanto, un fuerte olor a nicotina en el interior del vehículo puede ser bastante problemático. Allá donde se haya fumado dentro del coche puede haber quemaduras en el tapizado, las alfombrillas o el revestimiento interior. No importa cuán profesional sea la limpieza del coche, si el perito encuentra huellas el vendedor debe rebajar el precio del auto.
ESTADO DEL MOTOR Y COMPONENTES.
Otro aspecto que el perito analizará es el estado general del motor, examinando que no existan indicios de averías como pérdidas de líquidos, existencia de rezumen, estado general del aceite, o algún sonido que indique que algo no va como debe, así como el historial de mantenimiento.
Igualmente, el perito examinará el estado de desgaste elementos tan importantes como los frenos y discos, neumáticos, amortiguadores, embrague, transmisión, sistema de escape, dirección, iluminación, etc. Pero además, comprobará que todos los sistemas correspondientes al equipamiento también funcionan correctamente, como los elevalunas, climatización, sistema de sonido o infoentretenimiento, limpiaparabrisas... En fin, todo aquello que equipa el vehículo por el que estamos interesados.
DIAGNOSIS DE FALLOS Y VERIFICACIÓN DE KILOMETRAJE.
Evidentemente, a parte de revisar todos los elementos que hemos mencionado, gracias al uso de avanzadas herramientas de diagnosis, y a través del puerto OBD, el perito comprobará los fallos registrados que puedan ser facilitados por las centralitas electrónica. Aquí, también podrá detectarse con seguridad parámetros que nos confirmen si el coche ha sufrido una manipulación en su kilometraje.
PRUEBA EN CARRETERA.
Y como no puede ser menos, ninguna comprobación es realmente efectiva sin su correspondiente prueba en carretera, donde el perito podrá comprobar de primera mano que el comportamiento dinámico del vehículo es el que se espera.
¿A que no se te ocurre comprar una prenda de ropa sin haber visto cómo
te queda? Pues con un automóvil ocurre exactamente lo mismo, porque así el perito puede detectar alguna anomalía que en parado sea imposible de descubrir.
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