Dicen que toda persona debe hacer tres cosas antes de morir: plantar un árbol, escribir un libro, y tener un hijo. Son tres formas de alcanzar la inmortalidad porque dejaremos nuestra huella después de fallecer.
Afortunadamente, he podido realizar las tres acciones, sin embargo, todavía me siento incompleto. Me explico, como buen amante del motor siempre he considerado que no puedo abandonar este mundo sin haber realizado una cosa: restaurar un coche. Rescatar de las garras del olvido un vehículo de segunda mano y devolverle su reluciente aspecto usando solamente tus manos. En serio, no puedo dejar de sentir admiración por todos aquellos que hayan realizado actividad semejante.
Lo cierto es que todavía no me he atrevido a llevar a cabo tal empresa primero por falta de conocimientos mecánicos, lo que unido a mi desproporcionada torpeza a la hora de manejar herramientas no me convierten en un prototipo de McGyver del motor, por así decirlo. Y en segundo lugar, la falta tanto de recursos económicos como de un lugar adecuado donde poder llevar a cabo la restauración.
Por eso, como he dicho anteriormente, no puedo dejar de sentir admiración por quienes han restaurado en alguna ocasión un vehículo. Y una de estas personas es Ezquiel Díaz, un chico de mi misma localidad del que me gustaría contaros su historia.
Ezequiel es un enamorado de un coche cuyo nombre ya provoca miedo y siempre soñó con poder conducir uno. Por eso, cuando tuvo la ocasión no dudó en adquirir un Renault Supercinco GT Turbo cuyo estado era, hablando en términos médicos, de extremada gravedad, debido al gran tiempo que estuvo abandonado a la intemperie.
Ezequiel comenzó así un proceso de restauración que duró algo más de 4 meses y un desembolso económico de aproximadamente 500 euros, ya que tuvo que encargar piezas nuevas como rodamientos, palieres, cremallera de dirección, pintura interior, y varias piezas para el motor.
Pero sin duda, el gran mérito de esta restauración, y principal causa por la que la estoy compartiendo con vosotros, es que gran parte de la misma la ha realizado Ezequiel en solitario, salvo a la hora de montar y desmontar el salpicadero, donde le ayudaron unos compañeros de la nave continua a la que hacía la restauración.
También consiguió asesoramiento a través de la página web del Club R5, donde iba subiendo fotos de los avances y preguntado dudas que amablemente los otros miembros le ayudaban a resolver.
Pero como dicen que una imagen vale más que mil palabras, te dejo con una selección de fotografías que te harán comprender hasta donde ha llegado todo el genial proceso de resurrección de un vehículo tan mítico como el Renault Supercico GT Turbo que, ahora sí, Ezequiel se merece disfrutar mientras lo conduce.
¡¡¡Enhorabuena por tu trabajo Ezequiel!!!
Y estas son las llantas que tiene pensado instalar en breve, seguro que le quedan fenomenal...
menuda currada, siempre es gratificante ver como se rescata un coche de ser llevado al desguaze ademas de dejarlo como se merece todo un icono de la epoca, con esfuerzo y dedicacion se puede arreglar todo, espero que le quede perfecto y que ruede muuuuuuchos años, dale la enhorabuena porque ahora tiene un coche que vale mas que cualquiera que compres nuevo.
ResponderEliminarpd: esas llantas le van al pelo jajaja.
Muchas gracias por tu aportación en mi humilde blog. Te puedo garantizar que el coche ha quedado perfecto, y que ya ha provocado algún que otro esguince cervical de algún peatón cuando se ha vuelto al verlo pasar, jejeje.
EliminarY evidentemente, le daré a su propietario la enhorabuena de tu parte.
Enhorabuena a Esequiel por un gran trabajo que a buen seguro le reportara muchas satisfacciones y a ti por publicarlo en un post.
ResponderEliminarEl R5 es un coche muy molon y me consta que tiene legiones de fans acerrimos...¡ por algo será !.
Yo tuve la oportunidad de visitar una Kdada hara ya un tiempo y vi Supercincos Turbos fabulosos.
http://zona-rapida.blogspot.com.es/2012/06/euskoncentracion-renault5.html.
Un saludo
Conozco a más de uno que le hubiera encantado estar en esa concentración, aunque yo me quedaría con el EVO (que no se entere nadie, jejeje)
EliminarY tienes más razón que un santo, el R5 y Supercinco es un coche mítico en la historia del automóvil. Además, creo que esa leyenda del turbo y las curvas lo han engrandecido aun más.
Excelente!! Cuando yo veo estas cosas me dan ganas de ponerme a restaurar algún clásico (a mi me encantan los Mustang). Lastima que no tengo dinero ni para comprar el auto destruido jajaja. Pero ya va a llegar el momento. Muy buena nota amigo! Dale mis felicitaciones a Ezequiel!
ResponderEliminarEl otro día me crucé con él en el Stop que hay justo detrás del cuartel de la guardia civil de mi y (tuyo también) pueblo. Últimamente estoy viendo el coche mucho por el pueblo. Buen trabajo!!
ResponderEliminarLa verdad es que al ser un coche tan idolatrado está llamando mucho la atención por el pueblo entre los aficionados al motor. Pues si en el futuro tienes la ocasión de hablar con su propietario no lo dudes, es una persona excelente y estará encantado de enseñarte el coche más detenidamente.
EliminarUn saludo, y gracias por aportar tu comentario en mi humilde blog.
Hola buenas, si no es mucho pedir, podrían publicar una explicación de como quito el salpicadero del coche. Muchas gracias.
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