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EMME, LA EFÍMERA MARCA QUE FABRICÓ EL LOTUS BRASILEÑO


Brasil es un país conocido por muchos motivos, aunque no precisamente por su historia o tradición automovilística (pilotos al margen, claro está) Hoy conocemos la turbulenta historia que hay detrás de un intento de lanzar una marca de lujo de fabricación brasileña


Si aplicamos una visión global, podemos afirmar que son pocos los países que tienen el privilegio de gozar de un pasado y un presente vinculado a la industria del automóvil. Fabricantes hay muchos, pero el número de países de origen de dichos fabricantes a penas pueden sobrepasar los dedos de las manos. Sin embargo, eso no ha sido impedimento para que desde otros países sin dicha tradición hayan intentado hacerse su propio hueco dentro de este grupo de "selectos". Aquí hemos dado un repaso a creaciones procedentes de Polonia o incluso de Argentina entre otros. 

Pues bien, no dejamos el continente americano y nos vamos a un país famoso por sus playas y fiestas de carnaval que a finales del siglo XX tuvo una leve aventura cuyo objetivo era la de tener su propio fabricante de automóviles de prestigio. Esta es la historia del fabricante Emme. 



Viajamos atrás, concretamente hacía el año 1996, cuando una empresa denominada "MegaStar"se instala en Sao Paulo con el propósito de crear una marca brasileña cuyo primer modelo fuese un sedán deportivo, lujoso, y con tecnología Lotus. No pintaba mal, ¿verdad? Evidentemente, el objetivo primordial no era el vender este vehículo en el mercado local, sino el de exportarlo a países con mayor poder adquisitivo. 

Un año más tarde, concretamente en el "Brasis Motor Show", se presentó al público al fabricante Emme, que haría su debut ofreciendo tres versiones diferentes de su primer fruto: el Emme 420, el Emme 420T, y el Emme Lotus 422T. 

Evidentemente, de todos estos modelos el que más expectación despertó fue la versión Lotus 422T que evidentemente fue apodado como "el Lotus brasileño".  Se trataba de un coche cuya carrocería estaba construida con VeXtrim, un plástico de alta resistencia que además era muy ligero, algo ideal si se pretende hacer un vehículo con grandes prestaciones. ¿Pero había motor para ello? Bueno, como es fácil de imaginar por su nombre, el corazón de este coche era un motor Lotus derivado del Esprit S4, es decir, un cuatro cilindros de 265 CV y par motor de 354 NM que permitía al 422T acelerar de 0 a 100 km/h en 5 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 270 km/h.




Pero al parecer no era oro todo lo que relucía detrás de esta empresa. En primer lugar, y eso es algo que saltaba a la vista el diseño de los Emme,  es que estéticamente resultaban ser una copia vergonzante del concept car Volvo ECC del año 1992, modelo que que derivó el posterior S80 del año 1998, y posteriormente también  salió a la luz que el montaje de la carrocería de VeXtrim era defectuoso a causa de que era realizado por personal no cualificado. Además, las pocas unidades de Emme existentes estaban mal fabricadas, tenían unos acabados de pésima calidad, mostraban muchos defectos de diseño y no estaban equipados con los elementos de seguridad como Airbags o ABS, obligatorios en los países ricos. 




Aunque siendo sinceros, este no fue el peor de los problemas. Al parecer, la inversión que hubo que realizarse para el desarrollo de estos vehículos fue de unos 200 millones de dólares, lo que unido a la fuerte devaluación del Real brasileño que hizo que la compra de importantes piezas de repuesto de Gran Bretaña fuera demasiado costosa. ¿Por qué enmarcarse entonces en un proyecto así? 

Bueno, pues según mi opinión personal creo que todo esto era una simple tapadera de un negocio de ética más que cuestionable, ya que una investigación realizada por entonces reveló que la empresa, cuyos verdaderos dueños eran desconocidos, no tenía el menor interés en producir automóviles de verdad. En fin, que nadie llegó a saber quiénes eran los verdaderos dueños de MegaStar, de modo que todo tenía el tufo a empresa fantasma. 

¿Y que pasó con los modelos Emme? Pues en total, en la corta carrera de este "fabricante"  (desde 1997 a 1999) se llegaron a construir solamente 15 unidades sin que ninguna unidad fuese cedida a la prensa especializada para poder ser probado. 


Comentarios

  1. Muy interesante la historia. Yo ni pensaba que fuera una copia sino que derivaba directamente del Volvo. La verdad no sé ni como les permitieron poner el logo Lotus al aparato y más si dices que era como una tapadera de un negocio más opaco aún. Lo que para mi gusto define lo que es su historia es como está decorado el motor, más que un cuatro cilindros parece que lleva todo un V12 delante.

    Los brasileiros tuvieron su propia Lotus y se les llamó "Puma" y creo que fue mucho más seria que esta. Saludos!

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    Respuestas
    1. Según las fuentes que he consultado para el post es una copia del Volvo, pero no me extrañaría nada que se hiciesen con alguna unidad para usarla como base, aunque creo que eso haría más sospechoso si cabe la fuerte inversión realizada en el coche.
      ¡Ah! y gracias por tu información; no sabía nada de Puma. ;)

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  2. Oh vaya! dolió tanto en los ojos como en el alma.
    Malgastar 15 propulsores del Esprit y encima pintar la imponente carrocería del S80 de canario chillón no tiene perdón de dios...

    Saludos!

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    Respuestas
    1. ¿Un coche brasileño que no sea de color amarillo? Eso es como unas navidades sin jamón, jejeje.

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