¿CÓMO SE FABRICA LA CARROCERÍA DE UN AUTOMÓVIL?

 


Desde los primeros carromatos o coches de caballos hasta los vehículos actuales, la evolución en la fabricación de las carrocerías ha sido enorme. ¿Pero cómo es todo el proceso que lleva a la construcción del esqueleto de un automóvil actual?

 

Desde que Henry Ford demostró la viabilidad de la producción en línea de ensamblaje de automóviles y autopartes baratos, la ciencia y la tecnología de la conformación de metales han recorrido un largo camino para mostrarle a la industria automotriz cómo producir automóviles extraordinarios sin que ello suponga un gran desembolso económico. Hasta ese momento, los coches, que se fabricaban de forma prácticamente artesanal, quedaban reservados a personas de alto poder adquisitivo.

Las carrocerías de los automóviles están fabricadas por una gran variedad de materiales, aprovechando las características y particularidades de cada uno, en lugares estratégicos, y combinando componentes de distinta naturaleza. El fin que se persigue al fabricar una carrocería con distintos materiales es lograr que el peso se reduzca, se aumente la resistencia y que la seguridad de todo el conjunto sea cada vez mayor, incluso utilizando materiales más ligeros. De estos materiales, el más utilizado en la fabricación de automóviles es el acero, utilizándose el magnesio y la fibra de carbono en vehículos de alta gama.

Por este motivo, uno de los aspectos más importantes de la fabricación de automóviles es la formación de metales para automóviles. Sin el proceso de corte de metal en formas útiles, los automóviles no existirían.

Seguramente cuando hablamos del corte y moldeado de metales, te venga a la mente el típico herrero moderno pudiendo dar forma al metal con un martillo neumático y un soplete de oxiacetileno. ¿Pero cómo se traslada esto a la industria del automóvil? Todo ello es posible gracias al proceso de conformado de metales, los cuales permiten la deformación plástica de piezas, placas y materiales metálicos para llegar al objetivo deseado: cambiar su forma definitiva. Y todo ello se realiza combinando procesos de manufactura con intervención humana directa, o a partir de maquinaria industrial automatizada.

ASÍ COMIENZA LA CONSTRUCCIÓN DE UNA CARROCERÍA. 

 

Un coche se fabrica desde fuera hacia dentro, por lo que la carrocería será el primer elemento del mismo que tomará forma, así que la puesta en marcha de la producción de un coche tiene lugar en la planta de prensas de la fábrica. A estas plantas llegan grandes bovinas de unas 20 toneladas de un proveedor de acero para posteriormente pasar a un tren de rodillos que las endereza con el fin de dejarlas planas. Luego se encaminan a prensas hidráulicas que cortan a medida cada pieza, lámina o pletina.

Los retales pasan entonces a la fase de estampación donde el acero permanece a temperatura ambiente y es troquelado por una prensa que da la forma final a la pieza, con sus correspondientes perfiles, silueta y agujeros para tornillería: techo, puerta, aleta, marcos, capó... Este proceso está totalmente automátizado, aunque supervisado por un exigente control de calidad a través de un proceso de muestreo en el que, cada cierto número de piezas, se extrae una de la línea para chequear con meticulosidad que se ajusta a los parámetros previstos. 
 
 


Seguidamente se pasa a la fase de ensamblaje y soldadura (unos 3.000 puntos de promedio, además de cordones fijados por láser) es el siguiente escalón. Da forma a la carrocería en un proceso comandado por la robótica (en torno al 95 por ciento de las operaciones). El ensamblaje comienza por el piso, añade los pasos de rueda, la mampara que soporta el salpicadero, el subpiso delantero y el trasero, los laterales y, finalmente, el techo, una de las piezas que mayor robustez confieren a un vehículo. Hecho esto, se añaden puertas, capó y aletas. Robots dotados de escáner examinan por láser toda la carrocería para verificar que holguras y tolerancias entre piezas son correctas.

FASE DE PINTURA

 


Seguidamente se pasa a la fase de pintura. Lo primero que se hace en esta etapa es someter a la carrocería a un lavado de alta presión y a varios tratamientos químicos para conseguir una superficie totalmente uniforme.

Tras este paso inicial la carrocería es sumergida por completo en unas piscinas donde tiene lugar un proceso de electroforesis. Aquí se somete a la tensión eléctrica y la chapa, que actúa de cátodo, atrae las partículas de pintura disociada. Esta primera capa de pintura tiene como objetivo evitar la corrosión. Posteriormente, varios robots aplican las masillas que garantizan la estanqueidad del coche. 
 



Y, por fin, llegamos a la fase en la que se aplica la pintura que verá el cliente final. Primero, se pinta el interior, tarea que en función del fabricante, también hacen robots o bien operarios. Seguidamente se pinta el exterior y, como colofón final, la carrocería pasa por un horno de secado. 
 
 
Terminado este proceso, comienza la etapa en el que la carrocería se unirá al conjunto motorpropulsor y resto de elementos que conformarán el vehículo. Pero eso, es otra historia....

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