A nadie le cabe duda de que hoy en día Hyundai es un fabricante de sobra consolidado en territorio español, y eso es algo que se ha ganado por méritos propios. Hace más o menos tres décadas, cuando comenzó a darse a conocer, la cosa era diferente, pero hubo un modelo que caló, sobre todo, entre el público joven. Exacto, tal y como crees, me refiero al Hyundai Coupé.
A lo largo de sucesivas generaciones, el Hyundai Coupé estuvo presente en España desde 1996 hasta el año 2010/2011, teniendo gran éxito en sus dos primeras generaciones, y pasando a ser más o menos testimonial en su ultima generación.
Y aunque para muchos el verdadero sucesor del Hyundai Coupé fue el Génesis, la marca coreana nos sorprendió a todos anunciando al Veloster como su sucesor; un vehículo que rompía drásticamente con lo que había venido siendo el Coupé, y que proponía un concepto totalmente diferente y original, algo que no terminó de convencer.
ASÍ ERA EL HYUNDAI VELOSTER.
DISEÑO EXTERIOR.
A parte de que el Veloster llamaba la atención por romper con la estética coupé del modelo al que sustituía, pareciendo más un compacto o hatchback hay un elemento diferenciador que convierte al Veloster en un modelo peculiar, y fue la de ofrecer solamente una puerta trasera situada en el lado derecho de la carrocería. Es decir, un nuevo concepto de puertas 1+2, dos en el lado del acompañante y una en el lado del conductor. Tres puertas por un lado, cinco puertas por el otro, ese era el efecto. A efectos prácticos no suponía gran cosa, pero dejaba claro que buscaba diferenciarse.
Centrándonos en otros aspectos, en el frontal tenemos una enorme
rejilla delantera hexagonal de una pieza, incorporando por primera vez en la marca, luces de posición LED. Los pasos de rueda estaban dimensionados, para dar más robustez al diseño, la caída del techo era prominente comenzando desde el mismo pilar A, y en su parte trasera encontramos una salida de escape central con una luneta de tamaño reducido que incorporaba un alerón.
También se complementó con una llamativa
paleta de colores; hasta 10 diferentes para elegir, con nombres tan
exóticos como Electrolyte Green, naranja Vitamin C o amarillo 26.2 Yellow.
INTERIOR.
Sentados en el interior del Veloster nos encontramos con un salpicadero cuyo diseño no nos indica para nada que nos encontramos en el interior de un vehículo deportivo, o de al menos, que trata de irradiar deportividad, salvo algunos detalles que imitaban el aluminio. Eso sí, llamaba la atención que el botón de arranque del motor se encontraba en la parte inferior de la consola central; llamativo al menos.
El puesto de conducción es muy cómodo si bien no es el típico de un
deportivo de carrocería muy baja, porque el asiento no puede ir colocado
muy abajo, ni se puede ir con las piernas muy estiradas, algo que además se veía potenciado porque el volante carecía de regulación en profundidad. Eso sí, un detalle es que el pedal del acelerador va articulado en el suelo.
Como aspecto positivo cabe destacar la cantidad de huecos que hay en las plazas delanteras para dejar cosas Además de muchos, son perfectamente utilizables porque están pensados para colocar objetos de distinto tamaño y lo que se deja en ellos no se puede caer al suelo.
Por su parte, los pasajeros de las plazas traseras se encontraban con el inconveniente de disponer poca altura al techo, algo que es muy común en todos los vehículos de estética coupé, por lo que era realmente sencillo llevar la cabeza pegada al cristal de la luneta trasera; simplemente tenías que medir más de 1,70 mts. En contrapartida, el espacio disponible para las piernas era más que correcto (totalmente válido incluso para colocar una silla infantil) y también para los hombros, algo que fue fácil de conseguir porque las plazas traseras del Veloster están homologadas para dos pasajeros, y no tres, estando el hueco del supuesto asiento central ocupado por una consola de plástico con dos posavasos y un hueco para dejar objetos.
Finalmente, el maletero contaba con una capacidad de 310 litros, lo cual no estaba mal, aunque su umbral de carga se encuentra muy elevado, lo cual incomodaba el meter o sacar objetos pesados.
MOTORIZACIONES DISPONIBLES.
Cuando el Veloster llegó en el año 2012 al mercado español, solamente se encontraba disponible con una única motorización de gasolina de cuatro cilindros e inyección directa 1.6 GDi con 140 CV de potencia a 6.300 rpm. y un par
motor máximo de 166,6 Nm a 4.850 RPM; no olvidemos que es un motor
atmosférico. Este bloque se podía asociar a un cambio manual de 6 relaciones, o bien a uno automático de doble embrague (DCT) la cual mejoraba ligeramente el consumo pero empeoraba las prestaciones.
Un año más tarde, y para deleite de quienes veían insuficiente esta potencia, llegaría la versión turboalimentada de este mismo bloque motor, pero con 186 CV de potencia, lo cual mejoraba de forma considerable sus prestaciones.
PRODUCCIÓN.
Si bien el Veloster ya venía a competir en un segmento que no era el más demandado, ni mucho menos, lo cierto es que el modelo coreano tuvo que torear también con duros rivales como fueron el Renault Mégane Coupé y el Volkswagen Scirocco, a pesar de ofrecer una relación equipamiento-precio superior.
Para poner un ejemplo, durante su primer año de comercialización en España, se vendieron solamente 126 unidades del Veloster, lo que lo situó en el puesto 187 del ránking de los más vendidos. Con esa progresión, en un año completo se quedaría por debajo de las 500 unidades… un objetivo muy inferior al que preveía la marca para este modelo en España, con una previsión de algo más de 1.000 unidades en un ejercicio completo.
Con estos datos, no es difícil intuir que el paso del Veloster por nuestro mercado fue testimonial, tanto, que cuando en el año 2018 tuvimos que ver cómo no llegaría a nuestras lindes.
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