Que el precio de los vehículos nuevos se ha disparado en los últimos años no es ningún secreto, no en vano, sus precios se han visto incrementado en una media del 30 % desde la pandemia, y las previsiones para el presente año 2025 no son mejores. Ante este panorama, la alternativa tradicional del consumidor ha sido comprar un coche de segunda mano. Pero claro, este sector tampoco se ha podido mantener al margen, por lo que muchos consumidores han visto cómo vehículos con pocos años y kilómetros tienen el mismo precio que cuando eran nuevos, o incluso superior.
En consecuencia, muchos consumidores no tienen más remedio que buscar vehículos con más kilómetros recorridos y/o años de antigüedad para poder ajustarse a su presupuesto. Y claro, cuanto mayor es la vida de un vehículo, también incrementa la dificultad de encontrar una unidad que no vaya a ser más un quebradero de cabeza que una buena compra.
Entonces no es de extrañar que los compradores quieran asegurarse de que el vehículo que van a adquirir cumpla con unos requisitos que garanticen que es un producto de confianza. Para asegurarnos de ello podemos
recurrir a empresas que se dedican a la revisión de coches de segunda mano, con el fin de asesorar a los clientes interesados sobre si es aconsejable comprar esa unidad que tanto nos interesa, o no.
¿Pero qué aspectos de un vehículo se revisan por estos profesionales? Vamos a saberlo mejor de una forma resumida.
HISTORIAL DEL VEHÍCULO.
Antes de solicitar a un profesional la revisión del vehículo que nos interesa, es aconsejable (por no decir obligatorio) solicitar el historial del vehículo; una operación muy sencilla que podemos hacer nosotros mismos a través de internet solicitándolo a webs especializadas y conociendo la matrícula y/o número de bastidor. Estos informes incluyen datos sobre accidentes previos, reparaciones y el mantenimiento realizado.
ESTADO DE LA CARROCERÍA E INTERIOR.

En este proceso se realiza un examen visual minucioso tanto del exterior como del interior del vehículo. Respecto a la carrocería, no solamente se buscan encontrar abolladuras, rasguños o signos de óxido, sino que también se indaga para encontrar signos de partes repintadas o reparaciones (para ello suelen ayudarse de un espesímetro) y, en el caso de que existan, si se han realizado correctamente, o no. Igualmente, se comprueba que puertas, capó, y maletero abran y cierren correctamente.
Por su parte, en el interior se comprueban los asientos, el salpicadero, los
cinturones de seguridad, y el correcto funcionamiento de sistemas eléctricos, como alumbrado, elevalunas, climatización, equipo de sonido, etc.
NEUMÁTICOS, FRENOS Y BAJOS DEL VEHÍCULO.
Los neumáticos son uno de los factores más importantes para garantizar la seguridad del coche. Estos profesionales revisan, pues, tanto la antigüedad de los mismos como su nivel de desgaste, ya que un desgaste irregular podría señalar problemas de alineación o suspensión.
Y además de los neumáticos, también se revisa tanto el nivel de desgaste de las pastillas y discos de frenos, en su caso, como el estado de las suspensiones y los amortiguadores, verificando la ausencia de fugas o problemas
en los sistemas de escape, entre otros.
ESTADO DEL MOTOR Y KILOMETRAJE.
En esta fase, los profesionales revisan el corazón del vehículo a conciencia, en busca de la existencia de fugas o sonidos delatadores de algo que pueda ser grave. Se revisa también tanto el nivel como el estado de los distintos líquidos, como el aceite, refrigerante, o frenos.
Al igual que el motor, el kilometraje es un factor crucial al evaluar un coche usado, y sobre todo si este kilometraje concuerda con el que figura en su odómetro. Porque si hay algo que más tememos a la hora de comprar un coche usado es que nos den gato por liebre, y haber comprado un automóvil al que se le hayan rebajado los kilómetros.
PRUEBA DE CONDUCCIÓN.
Comprobar que todo esté "aparentemente" bien en la revisión de un vehículo no tiene ningún sentido si no tenemos la posibilidad de probar el producto en cuestión. Por este motivo, esta prueba es la que más importancia tiene dentro de todo el examen al que es sometido el automóvil en venta. Gracias a ella el probador podrá comprobar de primera mano si existe algún fallo que no puede detectarse con el examen en estático, como posible pérdidas de potencia, ruidos extraños, etc.
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