YA VA SIENDO HORA DE QUE EXISTAN BIBLIOTECAS ESPECIALIZADAS EN EL MUNDO DEL AUTOMÓVIL



Hace unos días me encontré por casualidad con un anuncio en una conocida aplicación de compra-venta de artículos de segunda mano que me llamó poderosamente la atención. Se trataba de un anuncio particular en el que se vendía nada más y nada menos que una impresionante colección de 6.000 revistas del automóvil que recogía valiosos ejemplares. Como ejemplo, destacar que en la colección se encuentran todos los números de la revista Autopista (desde 1982 a la actual) todos los números de la revista Motor 16 hasta la actualidad, e igualmente desde el número 1 de la revista Autobild a la actual, incluso se pueden encontrar números de revistas extranjeras. 

En total, la colección está compuesta por más de 20 metros lineales de una gran variedad de revistas, lo cual la convierte en una auténtica joya para todo amante del motor del que se me hace difícil comprender los motivos por el cual su propietario quiere desprenderse. 

Aquí tenéis una fotografía de tal colección.



Sin embargo, a raíz de dicho anuncio, e influenciado por mi otra gran pasión como es el mundo de la archivística y la biblioteconomía, no he podido dejar de plantearme la siguiente cuestión: ¿Existe alguna institución especializada en recopilar toda la información documental relacionada con el mundo del motor que se publique en nuestro país? 

 LA BIBLIOTECA NACIONAL ESPAÑOLA


De todas las bibliotecas existentes en nuestro país, es indudable que las más importante de todas es la la Biblioteca Nacional. Fundada a finales de 1711, la Biblioteca Nacional es la sede del actual Depósito Legal, por el cual se establece que en dicha biblioteca debe incorporarse un ejemplar de todo material documental que se publique en España, independientemente de su formato.

Evidentemente, las revistas del motor no están exentas de cumplir con el Depósito Legal, y mucho menos cualquier libro de temática relacionada con el automóvil. De modo que, al menos, tenemos la certeza de que en la Biblioteca Nacional podemos encontrar cualquier publicación de cualquier publicación relacionada con el mundo del motor que se nos ocurra, incluso si se trata de alguna ya extinguida.

LA BIBLIOTECA DE LA FUNDACIÓN RACE



El Real Automóvil Club de España (RACE) es un club de automovilistas fundado en 1903 que nació con el objetivo de fomentar el uso del automóvil solucionando los problemas que los conductores podían encontrarse. Está claro que gracias a sus 113 años de historia, el RACE se ha convertido en tradición e historia del automóvil en España, y una buena prueba de ello es que este Club redactó los primeros reglamentos de circulación, señales de tráfico, así como las primeras estaciones de servicio y puestos de socorro

Centrados en nuestro tema, dentro del RACE podemos destacar la existencia de la Biblioteca del Automóvil, destinada a conservar los fondos documentales producidos por el propio RACE junto con una importante colección de libros, revistas, y material audiovisual dedicado al automóvil. Además, dicho fondo se incrementa periódicamente con donaciones y compras, lo que les ha permitido gozar actualmente de un fondo compuesto por 5.000 libros, 200 vídeos y 100.000 artículos de revistas tanto nacionales como extranjeras.

LA IMPORTANCIA DE LOS REGISTROS DOCUMENTALES PARA CONOCER LA HISTORIA



Llegamos aquí al punto central de este artículo. Muchos pensarán que el conocimiento de la Historia es algo absurdo que no sirve para nada, y ese es un grave error, porque la Historia es considerada como una de las ciencias humanísticas que más utilidad le ha dado al ser humano. Gracias a la Historia conocemos las raíces de nuestra cultura, y con ello, conocer nuestra propia identidad, lo cual enriquece como personas capaces de conocer, comprender y criticar nuestra realidad del día a día.

Pero a diferencia de lo que la mayoría piensa, no hay un Historia, sino que podemos hablar de Historias dentro de la Historia: podemos hablar así de Historia Económica, Historia Política, Historia de la Religión, etc... Y yo añadiría una nueva Historia de origen muy reciente pero que a pesar de su juventud resulta vital para comprender el brutal cambio socio-económico que ha vivido la sociedad desarrollada en poco más de un siglo: estoy hablando, como no, de la Historia del Automóvil. 

El conocimiento de la Historia puede realizarse a través de tres fuentes principales: las fuentes orales, las fuentes materiales o arqueológicas y, por último, las fuentes escritas. Es indudable que en lo que se refiere a la Historia del Automóvil, las fuentes materiales son las más tenidas en cuenta; ahí están los diversos museos automovilísticos existentes que hacen deleitar la vista de quienes los visitan, pero en lo que se refieren a fuentes escritas es otra cosa.

Por eso realizo este alegato, para reclamar una mayor existencia de Bibliotecas especializadas (públicas o privadas) con todo lo relativo a la cultura automovilística (libros, revistas, películas...) porque si perdemos estos registros documentales dicha información desaparecerá para siempre. Pero mi alegato no termina aquí: afortunadamente, gracias a las nuevas tecnologías, este vacío documental se ha compensado informáticamente gracias a muchos profesionales y aficionados relacionados con este apasionante mundo que a través de sus blogs nos han dejado y seguirán dejando multitud de valiosa información.



En conclusión, podemos afirmar que el mayor problema de la historia documental del mundo del automóvil no es la escasez de documentación, sino la falta de instituciones que se encarguen de conservar, preservar, clasificar, catalogar y difundir dicha información para garantizar no sólo su continuidad a lo largo de los años, sino que la misma no se pierda. ¿Y quienes hacen esta labor? Exacto, las Bibliotecas. Por eso creo que ya va siendo hora de que la Historia del Automóvil sea apreciada con el mismo valor que tienen otro tipo de Historias y que las instituciones pertinentes velen por su continuidad. 

Comentarios

  1. El tio lo habra digitalizado de alguna manera y si ahora se puede sacar unos ahorrillos pues buenos son.
    Conmigo que no cuente, no solo por el tema de espacio sino porque cuando acabara de ojear todas las revistas habrian pasado varios años, mi mujer se habria divorciado y me habrian despedido del trabajo por absentismo, ¡pero imaginate todos los post blogeros que podrian salir de ahí!.
    Ademas de bibliotecas podrian haber librerias fisicas especializadas en motor, con venta de videos tambien, no creo que hayan muchas, si es que hay...
    Muy buen articulo.

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    Respuestas
    1. ¡Muchas gracias Xavi!
      Lo cierto es que a mí me ocurriría lo mismo, me tendría que sobrar mucho dinero y tener mucho tiempo libre para una colección de tal magnitud, así que creo que el sujeto tendrá que acabar vendiéndolo por partes.
      Y esperemos que nuestras plegarias sean escuchadas y se le de más importancia a una Historia que ha acabado cambiando nuestra forma de vivir en sociedad.
      Un saludo ;)

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  2. Como futuro historiador secundo la idea. Al menos las bibliotecas han mejorado mucho, y la interacción y colaboración entre ellas te permite tener enseguida cualquier articulo, revista o libro al menos escaneado. Esperemos que la Historia del Automóvil se haga un hueco en la historia general.


    Saludos!

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  3. Exacto, la idea de biblioteca como un simple almacén de libros que puedes consultar es muy muy antigua, y lo digo con conocimiento de causa que he trabajado varios años en este mundo. Actualmente son grandes centros de cultura y ocio, y la centralización de recursos entre las bibliotecas multiplican las posibilidades de obtener cualquier tipo de información para el usuario que la solicite.
    ¡Ah! y espero que pronto seas historiador.
    Un saludo ;)

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