Hoy en día nadie puede dudar que la idea de resucitar al mítico MINI a comienzos del siglo XXI ha sido todo un golazo por la escuadra que se ha anotado el grupo BMW.
Como bien sabéis, corría el año 1994 cuando BMW adquirió los derechos de las británicas MG y Rover. Sin embargo, la idea de resucitar a MINI comenzó a fraguarse un año antes, cuando el director de diseño Gordon Sked le pidió a su equipo de diseño que presentara algunas ideas conceptuales para un nuevo Mini.
Las dos propuestas que se presentaron fueron bautizadas bajo los nombres de Spiritual, y Spiritual Too. Se trataban de dos pequeños prototipos, uno de tamaño muy muy compacto; tan sólo 3,04 metros de largo (lo mismo que el MINI de 1959) y otro de batalla más larga, y que se conocieron internamente con los apodos de Mini y Midi.
Sin embargo, con la llegada de BMW este proyecto se congeló, aunque fueron expuestos en el Salón del automóvil de Ginebra de 1997.
Pero todo esto fue un simple ejercicio publicitario. La idea de BMW era la de hacer un coche que fuese más fiel al MINI original. Esto generó varias disputas internas entre los dos fabricantes porque tenían una clara diferencia sobre dónde debía posicionarse dentro del mercado el futuro MINI.
BMW acabó imponiendo su ley, y desde 1997 fueron apareciendo tres nuevos prototipos que acabarían por desembocar en el modelo definitivo diseñado por Frank Stepenson que todos conocemos.
De estos tres modelos, cabe destacar el denominado ACV30. Se trataba de un modelo de aspecto coupé con motor central que se construyó tomando como base un MG-F con motivo del 30 aniversario de la victoria de MINI en el rally de Montecarlo. Los otros dos modelos nos sirvieron de aperitivo para asentar lo que acabó siendo la versión de producción.
Finalmente, en el año 2000 BMW vendió Rover a un precio simbólico, pero no se desprendió de MINI, por lo que, al igual que pasó con elBMW Serie 1, se anotó un gran tanto con la decisión tomada a vista de los resultados que ha obtenido.
Creo que BMW y Frank Stephenson hicieron un gran trabajo con el nuevo Mini adaptándolo al siglo XXI pero respetando el espíritu original de deportividad, que brilla por su ausencia en los primeros prototipos.
ResponderEliminarUn saludo!
Aquí si que puede poner uno la mano en el fuego al afirmar que tomaron la decisión correcta.
EliminarLa verdad que me gustan todos los concept que aquí mostraste... están más en consonancia con la Mini original. Debería volver a plantearse hacer un Mini "mini".
ResponderEliminarSaludos!
Lo malo de un Mini "mini" sería su cuota de mercado, y de llegar a fabricarse tiene toda la pinta de que tendría que ser algo con filosofía urbana y motorización eléctrica. Pero vamos, que no lo veo mala idea...
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