Llega la hora de sustituir nuestro viejo, pero querido vehículo, por uno nuevo, ya sea porque el pobre no más de sí, o simplemente porque tus necesidades han cambiado. Sin embargo, también han cambiado mucho las diferentes opciones disponibles para poder estrenar vehículo nuevo.
Y es que, a la tradional compra, se han unido nuevas opciones como el renting de coches, el leasing o incluso la suscripción. ¿Pero en qué consisten estos métodos y en qué se diferencian entre ellos?
Eso es algo que vamos a destripar a fondo. Lamentablemente, no podemos decir que uno sea mejor que otro, sino que todos tienen sus pros y sus contras. Dependerá del cliente, sus necesidades, y su capacidad económica determinar cuál de ellos es el más favorable.
PAGAR AL CONTADO.
Aquí poco hay que decir. Si tienes la fortuna (nunca mejor dicho) de disponer del cien por cien de la cuantía que vale el coche que quieres adquirir, solamente tienes que abonar la cuantía y el coche será tuyo.
Además, normalmente, aunque no siempre, pagar al contado es la forma más rentable de comprar un coche: no solo te costará menos a largo plazo sino que también te olvidarás mes a mes de estar pendiente de un pago más.
FINANCIACIÓN EN EL CONCESIONARIO.
Es la manera más rápida y directa, puesto que el propio concesionario se encargará de gestionar absolutamente todo. Se trata de una financiación que proviene de la propia marca o de entidades asociadas a la misma y que ha mejorado mucho en los últimos años. Además, ahora mismo los tipos de interés y los plazos son muy atractivos.
En todo caso siempre hay que ‘echar números’ y calcular si interesa financiar con la marca del coche que que vamos a comprar.
FINANCIACIÓN CON ENTIDAD BANCARIA.
Es una opción muy atractiva, teniendo en cuenta que puede ser mucho más personalizada que la financiación que ofrecen los concesionarios. Basta con acercarse a la entidad bancaria de confianza para conocer qué ofertas de financiación puede ofrecerte. Además, de los préstamos personales, existen los conocidos como ‘préstamos coche’, destinados a tal fin. Por lo general, los tipos de interés suelen ser más bajos y los plazos se adaptan a las circunstancias personales.
Si vas a contratar la financiación con el banco es recomendable que des una entrada para no tener que financiar la totalidad del precio final, reduciendo también así el posterior pago de intereses.
RENTING.
LEASING.
El leasing es un arrendamiento financiero destinado a la cesión de uso de vehículos, es decir, un modo de alquilar un coche a largo plazo.
Esta fórmula de financiación tiene sus propias normas, como son la duración mínima de dos años del contrato suscrito con la entidad financiera. En él, además de la cantidad inicial a aportar y la posterior cuota mensual, se estipula el valor residual del coche al término del mismo.
Ello se debe a que el cliente podrá elegir entre tres opciones distintas cuando finalice el periodo acordado:
- Adquirir en propiedad el vehículo por el valor residual estipulado
- Renovar el contrato y seguir disfrutando del vehículo
- Devolver el vehículo y dejar de pagar las cuotas mensuales
SUSCRIPCIÓN.
La manera más sencilla de entender este servicio es saber que funciona como cualquier otra suscripción: se paga por el uso. Tal y como sucede, por ejemplo, con Netflix o HBO. El conductor paga por la utilización del coche y se puede dar de baja en cualquier momento, con las condiciones que especifique cada compañía.
Los vehículos están sujetos a unos contratos exclusivos en los cuales los conductores asumen el pago de unas cuotas durante un tiempo indefinido. En contraprestación, el usuario dispone del vehículo con una serie de beneficios: mantenimiento, reparaciones e ITV incluidas, entre otras. Los clientes pagan una tarifa mensual sin entrada, gastos adicionales o cuota final.
DIFERENCIAS CON EL RENTING.
Aunque en principio puedan parecer servicios similares, cuentan con un par de diferencias. La principal es que el coche de suscripción no puede estar asociado a una actividad empresarial –para esto es perfecto el renting–, ya que es un servicio para particulares.
La segunda, tiene que ver con el tiempo de duración de los contratos. En el renting lo habitual es entre uno y cinco años, mientras que en el caso del coche por suscripción no existe la permanencia. Se puede devolver el automóvil y dejar de pagar el servicio, por ejemplo, tras un mes de uso.
Interesante artículo y bien detallado y explicado los "metodos" de como estrenar un coche nuevo. Cada vez son más las personas que optan por el renting, ya que permite tener un "coche propio" por un tiempo determinado, y una vez cumplido la fecha del vencimiento del contrato, tener la opción de compra.
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