Vehículo del segmento D, o E. Espacioso, cómodo, elegante, bien equipado, con materiales de calidad, y preparado para devorar kilómetros. Seguro que si mezclamos todos estos ingredientes a todos nos viene a la cabeza algún modelo del conocido triunvirato alemán: Mercedes, BMW y Audi.
Sin embargo, muchos son los fabricantes que han intentado, con mayor o menor éxito, obtener su propio mordisco que representa la tarta de este sector. Entre ellos, los fabricantes franceses han sido de los más insistentes, aplicando siempre su propia receta que, en varias ocasiones, no ha sabido encajar con los gustos de este tipo de cliente.
Y aquí tenemos un buen ejemplo de ello: el Citroën C6, un nuevo intento de Citroën de crear una berlina de lujo que fusionase la elegancia clásica con tecnología innovadora y diseño original. Un plato con muy buenos ingredientes y un sabor peculiar que no supo ser apreciado por sus potenciales clientes.
La vida comercial del Citroën C6 comenzó en el año 2005, y pronto a muchos les recordó al mítico Citroën CX. Y no era para menos, ya que este modelo nació como su sucesor espiritual del CX, pero también como el sucesor del más reciente XM. que a su vez reemplazó al Citroën CX, que continuó el éxito del mítico Citroën DS. Así que ya te vas haciendo una idea de que la idea era posicionarlo lo más arriba posible del segmento E, por calidad, lujo y equipamiento.
DISEÑO EXTERIOR CON REMINISCENCIAS AL PASADO.
El diseño exterior fue pensado para ofrecer una imagen de lujo y modernidad sin recurrir a exageraciones estilísticas, lo que resultó en un coche que, aunque no tan radical como otros modelos de la marca, seguía siendo inconfundiblemente Citroën. La carrocería tiene líneas fluidas y suaves que le dan un perfil elegante, mientras que la parrilla delantera, inspirada en las clásicas líneas de Citroën, otorga una imagen de sofisticación. La línea del techo de caída suave es otra característica distintiva que le otorga un aire dinámico.

Solo con verlo en fotos queda claro que apostaba por un diseño muy aerodinámico, algo que también se explica rápidamente al conocer a sus antecesores. De hecho, su coeficiente aerodinámico Cx era de solo 0,31, lo que era una pasada para aquel momento. Y destacaba por no tener marco en las ventanillas y por su luneta trasera cóncava.
INTERIOR ESPACIOSO Y CÓMODO.
Si exteriormente el C6 se salía de lo convencional, su interior tampoco le andaba a la zaga. Su interior era realmente amplio, gracias a su distancia entre ejes de 2,9 metros de longitud, aunque destacaba más por el hueco disponible para las piernas que por su espacio para los hombros o, sobre todo, para la cabeza, debido a la línea descendente del techo.
El diseño del salpicadero era bastante minimalista y destacaba por contar ya con cuadro de mandos digital. Aunque es cierto que la consola central estaba muy sobrecargada de botones. Los asientos, a parte de ser espaciosos, eran muy cómodos, y en el resto del interior también se empleaban materiales de calidad, con acabados en cuero, madera y aluminio.
CONFORT Y TECNOLOGÍA A RAUDALES.
Ya he destacado que no de los aspectos más destacados del Citroën C6 era su enfoque en el confort y la innovación tecnológica. La marca francesa implementó una suspensión hidráulica Hydractive 3+, un sistema que adaptaba automáticamente la altura de la carrocería según la velocidad y las condiciones de la carretera, lo cual proporcionaba una conducción extremadamente suave y cómoda, incluso en superficies irregulares, lo que ayudaba a que el C6 se sintiera como un "sofá sobre ruedas".
En cuanto a las características tecnológicas, el C6 estaba equipado con una gama de sistemas avanzados para su época. Contaba con control de estabilidad, sensores de lluvia y luz, control de crucero adaptativo, y un sistema de navegación de última generación. Además, su sistema de sonido de alta calidad y su climatización bi-zona añadían un extra de confort y lujo al habitáculo.
La seguridad también fue una prioridad en su diseño, con múltiples airbags, frenos ABS, y control de tracción, haciendo del C6 un coche no solo placentero de conducir, sino también muy seguro.
GAMA DE MOTORES.
Tras su lanzamiento, el Citroën C6 estuvo disponible con tres motorizaciones; una de gasolina y dos de gasóleo. El motor de gasolina era un V6 con 3.0 litros de cilindrada y 211 CV, mientras que las versiones diésel se trataban de dos HDi; uno de 170 CV de cuatro cilindros en línea, y un V6 con 204 CV. Posteriormente, este motor de 204 CV fue reemplazado por otro V6 HDi que incrementaba su potencia a los 241 CV, siendo hasta la fecha el motor diésel más potente que jamás había comercializado Citroën. Tenía inyección directa common-rail y dos turbos de geometría variable, 450 Nm de par desde 1.600 rpm y lograba una aceleración de 0 a 100 km/h en 8,5 segundos. Todo, con un consumo medio de 7,4 l/100 km.
CON TODOS LOS INGREDIENTES PARA CONVERTIRSE EN UN ICONO.
A pesar de ser un automóvil admirado por muchos, el Citroën C6 no alcanzó el éxito comercial que se esperaba, y la producción del modelo se detuvo en 2012. Las razones de su relativo fracaso comercial incluyen el alto precio, superior incluso que otros modelos de marca premium (eso sí, con menos equipamiento) que limitaba su acceso al gran público, y la falta de una presencia de marca tan fuerte como la de su competencia alemana en el segmento de las berlinas de lujo. Para hacernos una idea, en el año 2012 Citroën vendía una media de dos unidades al mes en todo el territorio nacional.
Sin embargo, a lo largo de los años, el C6 ha sido elogiado por su diseño atemporal, su suavidad en la conducción y su estilo único. Aunque no logró convertirse en un superventas, sigue siendo una de las berlinas más interesantes que se han fabricado en el mercado europeo, convirtiéndose para los amantes de los coches con carácter y personalidad, en un modelo admirado y apreciado dentro de la historia automotriz.
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