La vida no es más que una serie de caminos; a todas horas se nos presentan elecciones y decisiones que tomar que conducirán nuestro destino por un sendero u otro.
¿Que hubiera pasado si? Es una pregunta que muchas veces nos hemos hecho y cuya respuesta jamás podremos descubrir. Particularmente, había una pregunta que últimamente me estaba atormentando un poco. Y es que... ¿Nadie se ha preguntado alguna vez que hubiera pasado si George Lucas hubiera sido el director de la saga Fast and Furious?
Está claro que el malo de la película seguiría siendo Darth Vader. Pero todo malo necesita un coche a su altura, un coche que lo represente y sea una continuidad de su malvada mente. Está claro; Darth Vader conduciría un Phanton Corsair.
Y es que, si hay coches que de por sí estén asociados a un color (Ferrari igual a rojo, o Subaru Impreza STI igual a azul con llantas doradas), el negro es el color del Phantom Corsair
SU PROCESO DE CREACIÓN
SU PROCESO DE CREACIÓN
Pero indaguemos un poco en la historia de este fantasmagórico coche. Para ello, debemos adentrarnos en el árbol genealógico de la família Heinz; sí, sí, la misma que se hizo famosa por sus botes de ketchup y restaurantes de comída made in USA.
Estamos en el año 1938 y en el seno de la familia, Rust Heinz se mostraba como un emprendedor harto de tanta salsa de tomate que perseguía un sueño: aventurarse en la producción de un vehículo de lujo que dejase a todos con la boca más abierta que la comida de sus restaurantes. Así nació el Phantom Corsair,
Estamos en el año 1938 y en el seno de la familia, Rust Heinz se mostraba como un emprendedor harto de tanta salsa de tomate que perseguía un sueño: aventurarse en la producción de un vehículo de lujo que dejase a todos con la boca más abierta que la comida de sus restaurantes. Así nació el Phantom Corsair,
Tras producir un modelo a escala, Rust Heinz acudió a los carroceros californianos Chistian Bohman y Marice Schwartz, cuya tarea era producir un prototipo bajo las influencias del denominado Art Decó para su diseño, una tendencia muy de moda en esta década.
DISEÑO EXTERIOR
El coche empleado como base era un Cord 812, construyéndose la carrocería íntegramente en aluminio con refuerzos internos tubulares. Su diseño resultó ser bastante abultado, ya que al tener las ruedas cubiertas tuvo que ensancharse más de lo normal.
También hay que destacar sus puertas, que carecían de tiradores (se abrían mediante un mecanismo eléctrico), algo que haría las delicias de algún que otro amante del tuning de la actualidad, y sobre todo, su capó, con dos pequeños promontorios que albergaban los faros que, particularmente, y unido a las branquias que sobresalen del mismo, me recuerdan a los ojos de una raya.
El parabrisas era muy pequeño y estaba partido en dos, aunque en general, la superficie acristalada del coche era muy pequeña, lo que contribuía sin duda a otorgar al coche un aspecto poderosamente siniestro.
ASPECTO INTERIOR
Si exteriormente el Phantom ya llamaba la atención, su interior era más espectacular que la Estrella de la Muerte. En primer lugar, destacar que era capaz de albergar en su interior a nada más y nada menos que seis pasajeros y su instrumentación estaba inspirada en la aeronáutica, incluso con paneles de botones colocados en el techo (chúpate esa Kitt)
Su panel del salpicadero incorporaba una brújula, un altímetro, avisaba si las puertas se quedaban abiertas o si se olvidaba la radio encendida, dirección asistida, suspensión neumática y un novedoso sistema de climatización integral, lo cual era algo prácticamente inconcebible por entonces. El aislamiento del coche era sobresaliente, con una contundente capa de corcho y goma colocada entre carrocería y habitáculo.
MOTORIZACIÓN
DISEÑO EXTERIOR
El coche empleado como base era un Cord 812, construyéndose la carrocería íntegramente en aluminio con refuerzos internos tubulares. Su diseño resultó ser bastante abultado, ya que al tener las ruedas cubiertas tuvo que ensancharse más de lo normal.
También hay que destacar sus puertas, que carecían de tiradores (se abrían mediante un mecanismo eléctrico), algo que haría las delicias de algún que otro amante del tuning de la actualidad, y sobre todo, su capó, con dos pequeños promontorios que albergaban los faros que, particularmente, y unido a las branquias que sobresalen del mismo, me recuerdan a los ojos de una raya.
El parabrisas era muy pequeño y estaba partido en dos, aunque en general, la superficie acristalada del coche era muy pequeña, lo que contribuía sin duda a otorgar al coche un aspecto poderosamente siniestro.
ASPECTO INTERIOR
Si exteriormente el Phantom ya llamaba la atención, su interior era más espectacular que la Estrella de la Muerte. En primer lugar, destacar que era capaz de albergar en su interior a nada más y nada menos que seis pasajeros y su instrumentación estaba inspirada en la aeronáutica, incluso con paneles de botones colocados en el techo (chúpate esa Kitt)
Su panel del salpicadero incorporaba una brújula, un altímetro, avisaba si las puertas se quedaban abiertas o si se olvidaba la radio encendida, dirección asistida, suspensión neumática y un novedoso sistema de climatización integral, lo cual era algo prácticamente inconcebible por entonces. El aislamiento del coche era sobresaliente, con una contundente capa de corcho y goma colocada entre carrocería y habitáculo.
MOTORIZACIÓN
Todo esto hacía que el Phantonm Corsair pesara unas dos toneladas de nada, por lo que hacía falta un motor que fuera capaz de moverlo con soltura. Para ello, se recurrió al motor de otro clásico; el Cord 810.
Se trataba de un motor V8 de 4.7 litros de cilindrada y 115 caballos de potencia que tras unos retoques aumentaron a la nada despreciable cifra de 190 CV. Vale, es posible que en velocidad punta fuera superado por el “Halcón Milenario” de Han Solo, pero si le permitió tener unas prestaciones de infarto para le época, con una velocidad máxima de 190 Km/h, gracias también a una aerodinámica que los ingenieros de la F-1 ya quisieran para sus monoplazas.
Se trataba de un motor V8 de 4.7 litros de cilindrada y 115 caballos de potencia que tras unos retoques aumentaron a la nada despreciable cifra de 190 CV. Vale, es posible que en velocidad punta fuera superado por el “Halcón Milenario” de Han Solo, pero si le permitió tener unas prestaciones de infarto para le época, con una velocidad máxima de 190 Km/h, gracias también a una aerodinámica que los ingenieros de la F-1 ya quisieran para sus monoplazas.
Sin embargo, no fue un coche exento de problemas: la fiabilidad era escasa y la colocación del motor impedía una refrigeración óptima, por lo que al coche le daban “calentones” frecuentes. Además, el prototipo tuvo un coste de producción de 24.000 dólares, una auténtica burrada en esos años.
SU COMERCIALIZACIÓN
SU COMERCIALIZACIÓN
Estaba claro que el Phantom Corsair era un coche espectacular, así que llegó la hora de la promoción comercial. ¿El resultado?. Pues como suele pasar en estos casos: fracaso absoluto.
Y es que, desembolsar unos 25.000 dólares por un coche con un diseño demasiado adelantado a su tiempo, en una década en la que el coche más caro no pasaba de los 1.000 dólares, no ayudó mucho. Además, para colmo, su creador murió en un accidente de tráfico en 1939, apenas un año después de comenzar su proyecto.
Aún así, el coche apareció en un anuncio a página completa en el Esquire Magazine, y también fue el coche del protagonista de la película "The Young in Heart" rodada en el año 1938.
Y es que, desembolsar unos 25.000 dólares por un coche con un diseño demasiado adelantado a su tiempo, en una década en la que el coche más caro no pasaba de los 1.000 dólares, no ayudó mucho. Además, para colmo, su creador murió en un accidente de tráfico en 1939, apenas un año después de comenzar su proyecto.
Aún así, el coche apareció en un anuncio a página completa en el Esquire Magazine, y también fue el coche del protagonista de la película "The Young in Heart" rodada en el año 1938.
No es de extrañar que con éste currículum bajo su chásis el Phantom Corsair no tardara en ser apodado como el “fantasma de los clásicos”, y a día de hoy el apodo no puede ser más acertado, ya que tan sólo se construyó una unidad (el prototipo), que actualmente se encuentra en el Museo del Automóvil de Nevada, en Estados Unidos. Esperemos que en tan buen lugar, “la Fuerza” le siga acompañando.
Fabuloso a la par que inquietante..
ResponderEliminarPodria ser tambien el coche de Batman el "Caballero Oscuro", jeje.
Un saludo.
Pues la verdad es que hubiera quedado muy bien como Batmóvil en las películas de Tim Burton, con esa ciudad de Gotham tenebrosa y gótica donde las haya.
EliminarUn coche espectacular. Cada vez que veo las fotos se me viene a la cabeza un posible anuncio de televisión para ese coche. La escena se rodaría con un dron que iría tomando planos aereos del Phantom Corsair, mientras circula por una carretera recta en mitad de un desierto. Está anocheciendo y se pueden apreciar perfectamente los dos soles de Tatooine. La música sería sin ninguna duda la Marcha Imperial de Darth Vader.
ResponderEliminarE imagino que Darth Vader iría al volante... Madre mía, sería un anuncio tan espectacular que creo que si lo hicieran con el peor y más feo coche del mundo, sería un éxito de ventas.
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