Si hablamos de “Muscles Cars” o como dicen los norteamericanos, "Pony Cars" hablamos de coches americanos de los años 60 y principios de los 70 caracterizados, tanto por su carrocería de aspecto vigoroso, como por sus enormes motores de elevada potencia y cilindrada. Si éstos coches ya eran amenazantes solamente con verlos, imagínate cómo debías sentirte cuando conducías tranquilamente y comenzabas a sentir el aliento del motor de uno de estos leviatanes del asfalto soplándote en el cogote.
Sin embargo, debido a la crisis del petróleo del año 1973 estos auténticos devoradores de carburante fueron cayendo poco a poco en el ostracismo y en el olvido, convirtiéndose a su vez en iconos del automovilismo americano.
Pero afortunadamente, desde hace pocos años algunas marcas “francoalemanaitalokoreanamericana” (bueno, con tanta fusión de marcas ya no me aclaro) han decidido resucitar a dichos iconos sin perder un ápice de esa esencia que poseían sus abuelos y que los hacían parecer los Increíbles Hulk del automovilismo.
¿Y cuáles son estos maravillosos coches?. Me juego un brazo a que seguro que si eres aficionado al motor te ha venido alguno de éstos tres nombres a la cabeza: Ford Mustang, Chevrolet Camaro, o Dodge Charger.
Por eso, hoy me gustaría hablaros de un “Muscle Car” que nada ha tenido que envidiar a los mencionados, pero que por diversos motivos, no ha tenido tantos adeptos como sobre todo el Mustang, o el Camaro. Hablo del Plymouth Barracuda. ¿Te apetece conocerlo un poco mejor?
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN
El Plymouth Barracuda es un automóvil fabricado por la división de Chrysler, Plymouth, entre los años 1964 y 1974. Al Barracuda se le puede considerar como el primer “pony car” (como dicen los americanos) de la historia, ya que fue presentado dos semanas antes que el Mustang, aunque en la propagación de dicho término tuvo más influencia éste último. Aunque en sus diez años de vida, el Barracuda hubiera pasado por tres generaciones distintas, hay que destacar sin duda el año 1970. Mas adelante veréis por qué.
Como curiosidad, cabe destacar que los ejecutivos de Plyumouth habían pensado en bautizar al coche con el nombre de “Panda”, pero finalmente fue seleccionada la opción de Barracuda, ya que a los diseñadores del vehículo no les hacía ni pizca de gracia que una fiera americana tuviera nombre de osito amoroso made in China. Fiat lo agradeció después, como todos sabemos.
El primer modelo del Barracuda estaba basado en la plataforma de otro vehículo de la corporación: el Plymouth Valiant, manteniendo el cuerpo mas bajo pero usando una estructura con una gran luna trasera (la pieza más grande de cristal jamás puesta en un coche de serie), y un rechoncho portón para el maletero.
Los motores que se ofrecían eran también los mismos que los del Valiant: un 6 cilindros el línea y 2,7 litros de cilindra, otro de 3,7 litros , y un V8 de 4,5 litros.
Los motores que se ofrecían eran también los mismos que los del Valiant: un 6 cilindros el línea y 2,7 litros de cilindra, otro de 3,7 litros , y un V8 de 4,5 litros.
Debido a la feroz competencia que comenzaba a surgir entre los “Muscle Cars”, en el año 1965 se introdujo la variante Fórmula S, que incluía el motor V8 y mejoras tanto en la suspensión, en las ruedas, con neumáticos más grandes, frenos de disco, aire acondicionado, etc.
Posteriormente, en el año 1966, el Barracuda recibió nuevas luces traseras, nuevo frente y un nuevo tablero de instrumentos, con medidores de presión de aceite y tacómetro.
Posteriormente, en el año 1966, el Barracuda recibió nuevas luces traseras, nuevo frente y un nuevo tablero de instrumentos, con medidores de presión de aceite y tacómetro.
Plymouth Barracuda Fórmula S de 1966 |
Interior del Plymouth Barracuda Fórmula S de 1966 |
Aunque, como hemos visto, los primeros Barracudas se basaron en gran medida en el Valiant, es más, el modelo se llamaba Valiant Barracuda, los esfuerzos de Plymouth en que se percibiera como un modelo distinto, llevó a que en el año 1965 se eliminara la insignia “Valiant” de la tapa del maletero, para poner en su lugar un pez Barracuda, salvo en Canadá y Sudáfrica.
Plymouth Barracuda de 1967 |
La segunda generación del Barracuda no vino a suponer un cambio radical respecto al primer modelo, ya que se seguía basando en el Valiant, pero si fue rediseñado con un estilo totalmente específico y ampliando la gama como modelos propios, introduciendo modelos descapotables y sedanes de techos duros pero muy aerodinámicos. Lo más destacable fue la eliminación de la enorme luna trasera por una de tamaño más racional.
Pero además de los cambios estéticos, Plymouth tenía que espabilar sobre todo en el apartado de las motorizaciones si no quería quedarse atrás dentro de la guerra de potencias de los “Muscle Cars” americanos.
Las opciones de 6 cilindros apenas se tocaron, pero si se introdujeron importantes novedades en las versiones con motor V8. Así, en el año 1968, el motor 273 fue reemplazado por un motor Chrysler de 5,2 litros de cilindrada, convirtiéndose en el modelo más asequible de la época con motor V8.
A éste le seguían un motor 340 de 5,6 litros y otro 383 y 6,3 litros que finalmente sería instalado en el modelo Fórmula S.
Por último, destacar que en 1968 se lanzaron también una limitada partida de 50 Barracudas equipados con motores Chrysler Hemi 426 y 7 litros de cilindrada para esas “Drag Race” que tanto gustan por dichas lindes. Incluía una etiqueta que decía que el vehículo no era apto para su uso en la vía pública, y que podría correr el cuarto de milla (unos 400 metros) en tan solo 10 segundos.
Ventana trasera del Plymout Barracuda de 1967 |
A éste le seguían un motor 340 de 5,6 litros y otro 383 y 6,3 litros que finalmente sería instalado en el modelo Fórmula S.
Plymouth Barracuda 426 Hemi de 1968 |
1970 supone un punto de inflexión en la vida de nuestro protagonista y un cambio totalmente radical dentro de su historia. Para empezar, como puede ocurrir en los mejores matrimonios, el Barracuda consiguió el divorcio con el Valiant para comenzar una nueva relación con el diseño aerodinámico original basado en una nueva plataforma que también se compartió con el recién lanzado Dodge Challenger.
Así, el Barracuda pudo sacudirse ese estigma de “auto económico” que tan mal visto estaba dentro de éste mundillo de músculos y potencia. Se ofrecían ahora tres versiones: un modelo básico, un gran coupe de lujo, y el modelo deportivo Cuda, dotado del motor Hemi de Chrysler.
El Plymouth Barracuda continuó en 1971 con pequeños cambios estilísticos, incluyendo una parrilla segmentada con dobles pilotos delanteros, falsa salidas de aire y pilotos traseros también segmentados.
Para vender con las cada vez más estrictas leyes de emisiones, Plymouth se vio obligada a modificar algunos de sus motores, lo que provocó un descenso de potencia. Como consecuencia de ello sólo 115 Hemi ‘Cudas fueron vendidos y Plymouth decidió retirar el motor Hemi antes de que tuviera que modificarlo para las nuevas leyes de emisiones. Por lo tanto, el Hemi llegaría al fin de su reinado como el más temido y posiblemente el motor mas influenciable de la era de los Muscle Cars.
Interior del Plymouth ´Cuda de 1971 |
Para vender con las cada vez más estrictas leyes de emisiones, Plymouth se vio obligada a modificar algunos de sus motores, lo que provocó un descenso de potencia. Como consecuencia de ello sólo 115 Hemi ‘Cudas fueron vendidos y Plymouth decidió retirar el motor Hemi antes de que tuviera que modificarlo para las nuevas leyes de emisiones. Por lo tanto, el Hemi llegaría al fin de su reinado como el más temido y posiblemente el motor mas influenciable de la era de los Muscle Cars.
1972 fue un triste año para los amantes de la deportividad ya que el poderoso Hemi y los motores 383 fueron retirados porque no entraban dentro de las nuevas emisiones estándar. Desafortunadamente, el motor mas alto para el Barracuda era ahora el 340 V8 y el Convertible dejaba de estar disponible. Plymouth intento contrarrestar este descenso, y a mediados de 1973, el 340 fue remplazado por un nuevo 360 V8, aunque la deportividad no mejoró.
Finalmente, en el año 1974 se decidió por finalizar la producción del Barracuda, un genuino Muscle Car que siempre estuvo tapado por la sombra de sus competidores.
Pero al igual que muchos grandes visionarios que tuvieron ideas cuyo merito fueron atribuidos a otros, nadie podrá quitarle al Plymouth el honor de ser el primero de esa banda de mercenarios devoradores de gasolina y "killers" de neumáticos que se hicieron dueños de las carreteras americanas en los años 60 y principios de los 70. ¡Larga vida al Plymouth Barracuda!
Plymouth Barracuda Convertible |
Finalmente, en el año 1974 se decidió por finalizar la producción del Barracuda, un genuino Muscle Car que siempre estuvo tapado por la sombra de sus competidores.
Pero al igual que muchos grandes visionarios que tuvieron ideas cuyo merito fueron atribuidos a otros, nadie podrá quitarle al Plymouth el honor de ser el primero de esa banda de mercenarios devoradores de gasolina y "killers" de neumáticos que se hicieron dueños de las carreteras americanas en los años 60 y principios de los 70. ¡Larga vida al Plymouth Barracuda!
El Barracuda es una leyenda, yo creo que lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas Plymouth es el HemiCuda, hoy estaría visto como un crimen a la naturaleza un motor así, o me equivoco? jajaja
ResponderEliminarBueno... afortunadamente todavía existen marcas que fabrican coches con motores de gran cilindrada y potencia, aunque claro, son modelos muy exclusivos; nada que ver con esa época dorada de los Muscle Cars. Y no será porque las marcas no quieran, pero qué le vamos a hacer... precio del petróleo, niveles de contaminación, etc. Vivimos otros tiempos que requieren otras necesidades. Por suerte, las marcas han sabido adaptarse y podemos seguir disfrutando de modelos deportivos, aunque con otra filosofía. Otra cosa es añorar el tiempo pasado, que eso nos queda para los nostálgicos.
EliminarPocos autos llevan un nombre mas bien escogido, pues el Barracuda, en especial el Hemi intimida y tiene algo de animal salvaje, capaz de mandarte al otro barrio si no lo tratas con delicadeza.
ResponderEliminar¡Genial articulo como siempre!
Bien es sabido que detrás del nombre de un coche se esconde horas y horas de propuestas y reuniones por parte de los directivos de las marcas, y en este caso coincido contigo; creo que es un nombre que le viene como anillo al dedo. Y seguro que de estos sabes bastante, jejeje
Eliminarhttp://zona-rapida.blogspot.com.es/2014/01/coches-con-nombres-de-animales.html