DIARIO DE UN PANDARAIDER (2): EL TRABAJO NO CESA Y EL TIEMPO APREMIA...


En el anterior artículo habíamos dejado a David en una situación complicada. El motor de su Marbella estaba peor de lo que imaginaba y no hubo otro remedio que operar a corazón abierto. Faltaban 15 días para el inicio del Panda Raid y este contratiempo podía mandar al traste con los plazos de trabajo previstos...

La operación a corazón abierto ha sido todo un éxito. Parece ser que el maltrecho motor del Marbella ha acogido perfectamente el transplante de las nuevas piezas, pero tras la finalización del proceso quirúrjico era hora de comprobar que no existe ningún tipo de rechazo a la hora de encender de nuevo el motor... Antes de girar la llave de contacto David cruza los dedos: es un momento vital en el proceso de transformación del Marbella porque si existe rechazo, nuestro aventurero protagonista no tendrá tiempo para realizar todas las modificaciones que tiene planeadas... 




David gira la llave, y pasados unos leves segundos en los que el motor parecía haber dicho "basta", vuelve a rugir con fiereza, como si harto de rodar por las aburridas carreteras convencionales estuviese deseoso de ver mundo y vivir emocionantes aventuras. 





Resuelto el grave inconveniente del motor, era hora de proteger al mismo de todas las inclemencias propias del desierto: las piedras y la arena pueden ser causa de una avería en el motor que a la postre provoquen un abandono, así que no hay nada mejor que cubrirlo con un cubrecárter de aluminio. Pero David pensó... "Y ya que vamos a cubrir el motor... ¿Por qué no cubrir medio coche? Dicho y hecho, de esta forma, si no se puede salir de un banco de arena por potencia, podrían hacerlo deslizándose suavemente cual surfista sobre una ola 😎 Los soportes del cubrecárter tuvieron que hacerse de forma rústica, pero igualmente efectiva, por lo que ahora los bajos del Marbella estaban cubierto por un enorme escudo de fuerza que lo protegerá de todas las piedras propias de los caminos de Marruecos. 



Pero por muy protegido que esté el coche, nadie se libra de sufrir un pinchazo, así que había que preparar bien la baca para alojar en ellas las ruedas de repuesto, y de paso qué mejor que dar una manita de pintura a sus molduras para darle un aire más juvenil y dicharachero... 





Tras estas mejoras, a David y su hermano Daniel sólo le quedan 8 días para completar la preparación del Marbella y las modificaciones van a buen ritmo. Pronto conoceremos cómo ha quedado finalmente este auténtico Leviatán del Desierto que se está gestando para dar lo mejor de sí en el Panda Raid.

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