Dentro de este humilde blog hemos podido ir descubriendo coches verdaderamente sorprendentes y originales, pero seguro que ninguno de ellos pueden presumir de unas prestaciones que harían temblar a cualquier súper deportivo del automovilismo.
La historia de la humanidad está llena de retos; mientras algunos somos felices con una vida sencilla, otros sienten su existencia vacía si no sienten que van más allá de sus límites afrontando desafios imposibles. El mundo del automóvil también es un buen ejemplo de ello. Desde tiempos inmemoriables siempre hemos tenido a intrépidos aventureros que se han propuesto superar algún tipo de marca o record.
Uno de los records más conocidos y perseguidos por algunos ha sido el de poder presumir de tener el vehículo de producción más rápido. Grandes fabricantes siempre han mantenido una puja por hacerse con este honor, pero de vez en cuando siempre se cuela algún invitado inesperado en forma de pequeño fabricante.
Y es aquí donde vamos a conocer a uno de estos "pequeños entrometidos"; el Walley Larson LE1 Groundfighter, un coche tan sorprendente como la dificultad que entraña recordar su nombre.
CON EL MUNDO DE LA AVIACIÓN POR BANDERA
¿Pero verdaderamente eso es un coche? Esa es la pregunta que lancé al viento cuando ví este vehículo por primera vez, ya que me parecía más bien algún tipo de avión al que le habían quitado las alas para ponerle ruedas. Y fíjate qué curioso.... no estaba muy desencaminado.
Porque los padres de esta criatura (un equipo de ingeniería de hot-rods con sede en California) utilizaron bastantes partes de diferentes aviones para su fabricación. La más destacable, sin duda altuna, es la cúpula de todo un F-16, pero podemos mencionar también que el sistema de cableado proviene de un bombardero B-52, los 15 medidores de su interior, e incluso la disposición de los dos asientos con el copiloto sentado tras el conductor también proceden del mundo de la aviación.
Y honestamente, viendo las formas de su alerón trasero podemos suponer casi al cien por cien que igualmente procede de algún avión, pero no he podido encontrar información que corrobore mis sospechas....
PRESTACIONES QUE RESUCITAN A UN MUERTO
Si ya parece una locura construir un coche que parece más un avión que un vehículo, cuando hablamos ya de su motor y prestaciones la cosa se sale de madre. Agárrate, que vienen curvas....
El motor se trata de un V8 de 32 válvulas y 3.950 c.c de origen Lexus; el mismo que montaba el LS400 de la época (principios del siglo XXI) De acuerdo, el motor en sí no era nada de otro planeta, pero es entonces cuando se aplica la magia para convertir este motor terrenal en algo de auténtica ciencia-ficción. Porque incorporando un potentísimo sobrealimentador y usando combustible de nitrometano, también procedente del mundo de la aviación, conseguimos elevar la potencia hasta nada más y nada menos que los 2.000 CV y obtener un par motor de 1.025 Nm.
Está claro que con este nivel de potencia las cifras que deben marcar sus prestaciones deben ser vertiginosas, pero para conseguir incrementarlas un poquito más también se cuidó que el peso del Walley fuese contenido, llegando a marcar en la báscula los 1.336 Kg.
Total, que tenemos una "respetable" cifra de 0.67 Kg por CV, lo cual se traduce en las siguientes prestaciones:
- De 0 a 100 Km/h: 2,2 segundos
- De 0 a 160 Km/h: 3,5 segundos
- De 0 a 200 Km/h: 4,3 segundos
- De 0 a 250 Km/h: 5,7 segundos
- De 0 a 300 km/h: 7,6 segundos.
- Velocidad máxima: 490 km/h (estimada)
Debes estar pensando lo mismo que yo, que el Bugatti Chiron acaba de mearse en el chásis. Por suerte, para Bugatti y otros fabricantes de superdeportivos el Walley Larson no llegó a producción. Desconozco si esa era la verdadera intención de sus creadores, pero lo que sí es cierto es que a día de hoy este coche se emplea para exhibiciones y eventos con carreras de aceleración.
No conocía este coche, como ejercicio de diseño está muy bien, pero como un rompe récords me genera dudas. Tiene pinta que literalmente despega como un avión acercándose a los 400 kilómetros hora.
ResponderEliminarSea como sea, es de valorar que haya iniciativas tan ambiciosas como esta. Saludos!
Mas que un avión parece un misil!
ResponderEliminarMama mia a mi la velocidad me gusta pero esas cifras aterran a cualquiera.
A los yankees les flipan esas carreras de dragster y los eventos de alta velocidad como la Semana de la Velocidad de Bonneville.
Un saludo!