CUANDO HENRY FORD PAGÓ 10.000 DÓLARES POR HACER UNA MARCA CON TIZA.

 


Si te digo el nombre de Tony Leblanc seguramente sabrás de quién estoy hablando. Si señor, uno de los actores más importantes de la historia del cine español ganador, entre otros muchos premios, de dos Goyas, y que nos dejó en el año 2012.  Entre su innumerable filmografía que nos ha dejado grabada en la retina escenas míticas y frases célebres, una de ellas es este breve extracto perteneciente a la película "Las chicas de la Cruz Roja", del año 1958. 
 
Si conoces esta escena ya sabrás lo que ocurre, pero si no es así, no voy a destripar nada, y dejaré que disfrutes de ella, porque vale la pena.
 
 
 
 
 
 
 
Como habrás podido comprobar, los dos hombres que estaban tan apurados al dejarles su automóvil tirados a causa de una simple avería, se quejan de que tengan que pagar 20 duros por simplemente apretar un tornillo, pero se aclara que el el pago es por saber qué tornillo apretar. Es decir, que pagas por el conocimiento del que te ha prestado su servicio. 

¿Pues sabías que esta cómica y educativa escena está inspirada en un hecho real que afectó al mismo Henry Ford? 

Viajamos atrás en el tiempo y nos situamos en la planta de Ford en River Rouge (Michigan). La planta lleva sufriendo durante varios días un problema técnico con un generador enorme que los ingenieros de la planta no consiguen solucionar. 

Ante este problema, el propio Henry Ford decide recurrir a un reconocido ingeniero y matemático eléctrico alemán profesor en el Unión College llamado Charles Proteus Steinmetz,  quien fomentó el desarrollo de la corriente alterna que hizo posible la expansión de la industria eléctrica en Estados Unidos, formulando teorías matemáticas para los ingenieros. 
 
Rápidamente Ford puso a disposición de Charles a todo su equipo, pero éste rechazó dicha ayuda y simplemente exigió una libreta, un bolígrafo y un lugar donde pasar la noche. 

Charles pasó dos días y dos noches en la fábrica, analizando el generador mientras realizaba innumerables y complicados cálculos. Finalmente, solicitó que le trajeran una escalera, cinta métrica y una tiza para pizarra. 
 
 

 

A pesar de las minusvalías físicas que tenía Charles, no vaciló en subir las escaleras para llegar a la cima del generador, y usando la cinta métrica calculó un punto preciso en la superficie del mismo, donde hizo una marca con la tiza. 

Luego bajó la escalera y les dijo a los ingenieros escépticos que lo rodeaban que tendrían que quitar la placa lateral, desmontar la bobina del generador y quitarle 16 vueltas de cable, comenzando desde el lugar exacto donde había hecho su marca de tiza. Cuando se hicieron las correcciones, ante el asombro de los ingenieros, el generador volvió a funcionar perfectamente.
 
Por este trabajo, Henry Ford recibió una factura por importe de 10.000 dólares, lo cual era una cantidad bastante copiosa. Incrédulo, y pensando que Charles pensaba aprovecharse de él, Ford devolvió la factura al ingeniero solicitándole una factura más detallada. 

Charles accedió a dicha solicitud, y elaboró una nueva factura agregando el siguiente detalle:
  • Marca de tiza en el generador: 1 dólar.
  • Sepa dónde marcar: 9.999 dólares.
  • Total a pagar: 10.000 dólares.

Finalmente, la factura fue abonada sin más protestas ni reclamaciones. 

 

Comentarios

  1. Conocía la historia pero no al insigne protagonista y mucho menos había visto su foto, eso sí me quedo con nuestra versión de Tony Leblanc, jeje!
    Saludos!

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