No es la primera vez que un coche de origen brasileño protagoniza un artículo en este humilde blog. Hace ya algunos años pudimos conocer mejor la historia de Emme, una efímera marca que fabricó el que fue conocido como el Lotus brasileño. En este caso, traemos otro vehículo de corte deportivo con un diseño muy italiano llamado Hofstetter Turbo.
Nos situamos a principios de la década de los 80. Por entonces, el gobierno brasileño tenía una política muy restrictiva en lo que a importaciones se refiere, afectando con ello al mercado automovilístico, de modo que, para poder potenciar el mercado, había que tirar de industria local.
Es aquí donde entra en juego un millonario brasileño llamado Mario Richard Hofstetter, quien se propuso fabricar un coche deportivo con clara inspiración en los vehículos italianos con forma de cuña, como pueden ser el Alfa Romero Carabo o el Maserati Boomerang, entre otros.
Con unas medidas de 4,17 metros de largo, 1,74 m de ancho, 2,38 m de distancia entre ejes y sólo 1,07 m de altura, la carrocería de este deportivo estaba construida íntegramente en fibra de vidrio, con un diseño que le hacía parecer una flecha. Su frontal era "muy Lamborghini", con faros escamoteables y un solo limpiaparabrisas. Posteriormente, se instalarón pequeñas ventanas correderas, en los cristales de las puertas, para evitar algunos de los inconvenientes del uso de las puertas de estilo alas de gaviota.
Su interior era personalizable, ofreciendo asientos deportivos de cuero, salpicadero forrado en alcantara, aire acondicionado, equipo de sonido con reproductor de cassettes, instrumentación digital medidores de presión de aceite y turbo, etc.
Sin embargo, lo menos espectacular del vehículo se encontraba bajo su capó. Y es que, mecánicamente, el Hofstetter contó inicialmente con un modesto motor de cuatro cilindros de origen Volkswagen que ofrecía una potencia de 140 CV. Evidentemente, se trataba de una potencia escasa para un vehículo que, por diseño, pretendía ofrecer más, por lo que más adelante se actualizó con una nueva mecánica 2.0 de 210 CV que le permitían alcanzar una velocidad punta de 236 km/h y hacer el 0 a 100 km/h en 6,5 segundos.
Finalmente, la vida comercial del Hofstetter terminó en el año 1991, habiéndose fabricado solamente un total de 18 unidades.
Comentarios
Publicar un comentario