ASÍ ES COMO VIVÍ LAS WORLD SERIES BY RENAULT EN EL CIRCUITO DE JEREZ (2ª parte)


Tras haber vivido lo más intensamente posible todo el espectáculo montado por Renault que ya te he comentado en la primera parte de este reportaje, los motores de los monoplazas de la categoría 3.5 de las World Series by Renault, comenzaron a rugir ferozmente, haciéndonos recordar aquellos felices tiempos en los que los Fórmula 1 no te producían ningún gatillazo cuando los escuchabas en directo. 

Aunque inicialmente la competición prometía emociones fuertes en la lucha por el campeonato entre los españoles Cárlos Saniz Jr. y Roberto Mehri, la salida en la primera curva de éste último en la carrera disputada en la jornada del sábado, puso en bandeja el título para el hijo del gran piloto de rally. De modo que en esta jornada dominical la emoción se centraría en quién conseguiría la última victoria de la temporada. Además, Roberto Mehri partía desde la pole, y estaba deseoso de poner toda la carne en el asador tras el fiasco del sábado y proclamarse subcampeón de la categoría. 




De modo que para poder vivir más asiduamente la carrera, no dudé en irme a nada más y nada menos que a las vallas situadas en la línea de meta. Lo cierto es que fue una decisión un poco suicida debido al extremo calor que hacía (35 grados de media) pero el sacrificio valió la pena. 



La carrera no tuvo grandes emociones, y los pilotos españoles no brillaron. Mehri demostró que estaba gafado, ya que su monoplaza sufrió un conato de incendio debido a una rotura en la caja de cambios, por lo que tuvo que abandonar la carrera y, con ello, sus opciones de quedar subcampeón. Por su parte, Sainz una vez conseguido su objetivo de lograr el título, tampoco tuvo ocasión de brillar hoy, finalizando en una lejana undécima plaza a 25 segundos del ganador. 

La prueba se la adjudicaba el británico Rowland (Fortec Motorsport), que tomaba la pole de Merhi, y se mostraba intratable logrando la victoria y entrando por meta con 7 segundos de ventaja sobre el canadiense Nicholas Latifi (Tech 1 Racing). Por su parte, William Buller (Arden Motorsport), se adjudicaba el tercer peldaño del pódium no sin antes batallar con su propio compañero de equipo, el francés Pierre Gasly con el que entró en meta separado por escasas milésimas.

Con los oídos todavía pitando, y tras reponer fuerzas con un jugoso bocadillo y correspondiente refresco, llegó la hora de la Clio Cup, donde también estaba servido un bonito duelo entre españoles: Mikel Azcona y Óscar Nogués. 

Aunque al igual que en las World Series 3.5, el campeonato ya se lo había adjudicado Nogués en la jornada del sábado, Azcona podía tomarse su particular revancha en la presente jornada. 

Como suele ocurrir en las carreras entre coches con carrocería, los toques entre vehículos y las salidas de pista suelen ser más habituales que cuando compiten monoplazas, así que para la ocasión decidí contemplar la carrera desde otro punto del circuito que me permitiera tener una mejor visión del trazado. El lugar elegido fue el mirador situado en el tejado de la zona de paddock, la cual permite tener una visión aceptable del tercer sector del circuito y una panorámica de lujo de la última curva, escenario de adelantamientos legendarios en la historia del automovilismo y motociclismo. 

Y lo cierto es que la carrera no defraudó. Azcona, que salía desde la pole, y Nogués protagonizaron un bonito duelo, con constantes envites del campeón que Azcona consiguió solventar sin ceder el primer puesto en ningún momento, por lo que se llevó el primer puesto de la carrera y, de paso, su particular revancha. 














Y para terminar, los jovencísimos pilotos de la F-4 francesa nos mostraron también una bonita carrera llena de emoción donde nos demostraron a todos los asistentes que, aunque tengan una edad en la que lo que más te apetece sea ir de botellón, tienen un futuro prometedor en el mundo de la competición. 








Una vez terminadas todas las competiciones, era el momento de emprender el triste camino a casa... ¡Ni de coña! Llegaba el momento de disfrutar con todo lo que se cocía entre las bambalinas de la competición. Mecánicos trabajando en los monoplazas, neumáticos y piezas yendo de arriba para abajo, los vehículos de los pilotos aparcados y circulando como en cualquier parking para que los aficionados pudiéramos contemplarlos más detenidamente. 































Pero lo mejor fue, sin duda alguna, la posibilidad de conocer en persona al gran piloto de Rally Jean Ragnotti, que entre carrera y carrera hizo las delicias de los asistentes con una exhibición a bordo de un Renault 5 Maxi Turbo junto con otros modelos también míticos de la marca francesa.





Como curiosidades, destacar a un peculiar Renault Twizy RS F-1, una versión del peculiar eléctrico de Renault que sustituye su plaza trasera por un Kers, por lo que su potencia sube hasta los 97 caballos durante aproximadamente 13 segundos, suficiente para acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6 segundos. ¡Yo quiero un juguete así para ir por la ciudad! 












Y también, el curioso vehículo con más años que Matusalén en el que mi sufrida esposa pudo darse un paseo. Lamentablemente, me fue imposible averiguar de qué vehículo se trataba. 




Con esto, pongo punto y final a mi reportaje sobre la estupenda e inolvidable jornada que viví en el Circuito de Jerez. Pero antes de despedirme, no puedo pasar por alto en dar mis más sinceros agradecimientos a mi cómplice y sufridora de mi pasión automovilística. Me refiero, como no puede ser de otra forma, a mi esposa Yolanda. Muchas gracias por haber estado siempre ahí, compartiendo conmigo este maravilloso día haciendo fotos y logrando que un día especial se convierta en un día inolvidable. 





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