MICROPOST: ESCARTUS, UN SUPERDEPORTIVO "MADE IN NUEVA ZELANDA".

 


Situado en nuestras antípodas, Nueva Zelanda puede resultarnos un país desconocido para la mayoría de españoles, pero seguramente que conoces muchas más cosas de este país de las que imaginas. Sus maravillosos paisajes que aparecen en películas como "El Señor de los Anillos", o su famosa danza "Haka" son solamente un par de ejemplos. ¿Pero conoces algún vehículo fabricado íntegramente en Nueva Zelanda? 

No, no podemos decir que este país destaque por su historia automoviliística, aunque eso no significa que no existan coches dignos de destacar. Uno de estos coches es nuestro protagonista, un superdeportivo bautizado con el nombre de "Escartus" ¿Te apetece saber más de este misterioso coche?

 


Nos trasladamos a Napier, ciudad portuaria situada en la isla norte de Nueva Zelanda, donde a finales de los años 70 un carpintero experimentado enamorado de la velocidad llamado Graeme Ross se dispuso a hacer realidad su sueño de tener un superdeportivo de lujo.

Ayudado por su padre Don, y tras unos primeros diseños realizados en arcilla con clara inspiración en modelos como el Lamborghini Countach o el Ferrari 308, comenzaron la fabricación del Escartus. Sin embargo, había un hecho indispensable que tenía que cumplir este vehículo; no podía ser un biplaza, ya que Graeme tenía familia y quería usarlo como coche de diario, así que debía ser un 2+2.

 


 

Para la fabricación del chasis se empleó el acero, mientras que la carrocería se construyó usando fibra de vidrio. Y como, evidentemente, tenía que ser un coche prestacional, debía tener un motor potente, de modo que se decidió por emplear el motor de un coche bastante conocido en Nueva Zelanda; el LeylandP76, o lo que es lo mismo, un bloque V8 de 4,4 litros de cubicaje y 191 CV. 

 


 

Pero la intención de Graeme no fue solamente la de hacer un coche para su propio uso y disfrute, sino también el de producirlo artesanalmente bajo pedido. Desafortunadamente el momento económico de la época no ayudó en ello, ya que por entonces  el impuesto sobre el automóvil era alto (un 20%), pero disparatado en el caso de los coches con motor V8, ya que en estos casos subía al 60%, lo que hacía que el Escartus tuviese un precio equivalente al de una casa familiar. Con este panorama, se construyeron solamente 8 unidades entre 1979 y 1983. 

 


 


Comentarios

  1. Líneas interesantes, para mi gusto, le hubiera suprimido esos pilares en las ventanillas laterales y le hubiera hecho pasos de ruedas mas anchos, pero oye como es un coche butanito se le puede perdonar todo.
    Por cierto con ese frontal tan afilado yo no creo que hubiera pasado la prueba de atropello de peatones, jeje.

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    1. La verdad es que en cuanto a diseño general no me desagrada, aunque tal y como comentas ajustando algunos detalles mejoraría muchísimo.
      Y en cuanto a lo de atropellar a un peatón, opino lo contrario. Fíjate en el diseño del coche: atropellas a alguien, cae sobre el capó y se desliza por el parabrisas para posteriormente descender suavemente desde el techo hasta la trasera aterrizando de forma melosa en el suelo. Chico, son todo ventajas, ¡jajaja!

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