MICROPOST: OCTOAUTO Y SEXTOAUTO. LA IDEA DE AÑADIR MÁS RUEDAS PARA AUMENTAR LA COMODIDAD.



En los albores de la época automovilística, Estados Unidos estaba poblada de inventores y empresarios que veían en esta nueva industria una opción de conseguir popularidad. Uno de ellos fue Milton Reeves (1864 - 1925) responsable de más de cien patentes, y el primero que incorporó un silenciador a un sistema de escape. 

Sin embargo Reeves estaba obsesionado con una idea equivocada, la de pensar que cuanto más ruedas tuviese un coche, más cómodo sería viajar en él. Y es que, a principios del siglo XX el mal estado de las carreteras era el pan nuestro de cada día (aunque actualmente vamos hacía ese camino) ya que, si bien eran aptos para poder cruzarlos a la velocidad de un coche de caballos, no resultaba igual a las velocidades que ya eran capaces de alcanzar los automóviles. 

Y Reeves pensaba que añadiendo puntos de apoyo sobre el terreno este inconveniente se reduciría... Básicamente trataba de aplicar la misma lógica que los trenes o los vehículos oruga. De modo que, ni corto ni perezoso, en el año 1911 modificó un Overland añadiéndole otras cuatro ruedas a sus originales, dando como resultado un vehículo de ocho ruedas al que bautizó con el nombre de Octoauto.



 

Al añadirse dos ejes más, el Octoauto se convirtió en un gran automóvil de ocho ruedas, siendo las cuatro delanteras las directrices, de 6,10 metros de longitud que solamente era capaz de transportar cuatro pasajeros, y cuyo precio ascendía a 3.200 dólares de la época (el equivalente a 75.000 euros de hoy en día, aproximadamente)

Sin embargo, nunca llegó a venderse por falta de respaldo en el proyecto. Pero como Reeves era un tipo terco, un año después lo volvió a intentar fabricando un hermano menor, el Sextoauto, un vehículo con dos ruedas delanteras y seis traseras. Pero a pesar de tratarse de una versión "menor" del Octoauto, su precio fue incluso superior al que tenía este: 4.500 dólares, por lo que resulta fácil de imaginar que tampoco llamó la atención de su potencial clientela. 




Pero lo cierto, es que esta "loca idea", no murió con Reeves, y la historia del automóvil está plagada de vehículos, como los vehículos creados por Christian de Léotard (seguro que muchos habéis visto fotos de ese Renault 5 Maxi Turbo con dos ejes posteriores), o en la misma Fórmula 1 tenemos otro gran ejemplo con el Tyrrell P34

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