Después de una vivienda, la compra de un vehículo es el segundo gasto de más cuantía que cualquier persona corriente hará a lo largo de su vida. Y para más inri, también tendremos que hacer este gasto un mayor número de vedes en relación con la del hogar. Sin emgargo, ya sea por el tema pasional, porque el coche se ha convertido en un símbolo de estatus social, o por cualquier otro motivo, no es complicado cometer el error de comprar un coche que no concuerda con nuestras necesidades reales o que sobrepasa nuestra capacidad económica. Y es que, al igual que no usamos bufandas en verano o chanclas para correr, el mercado automovilístico también nos ofrece una gran variedad de opciones diferentes que se adaptan a necesidades diferentes. La gran cantidad de modelos existentes, unido a las ofertas de los concesionarios hace que el proceso de búsqueda de un coche nuevo pueda convertirse en una tarea pesada y tediosa. Y esta labor puede ser más complicada todavía si...