Los hay de multitud de tipologías: recién pintados, algo gastados, tan gastados que no se ven, sobre elevados, exageradamente sobre elevados, criminalmente sobre elevados, etc. Si, los hay de muchos tipos, pero todos tienen una misma función: que los peatones podamos cruzar la calzada con un mínimo de seguridad. Estoy hablando, como no, del paso de peatones, un invento bien sencillo que s e ha convertido desde hace décadas en elemento indispensable dentro de cualquier ciudad o pueblo, y gracias al cual estoy seguro que se han salvado miles de vidas. Por eso, quería dedicar este post al paso de peatones, y creo que la mejor forma de hacerlo es conociendo primero sus orígenes y después, como elemento urbano por excelencia, compartir con vosotros algunos de los pasos de peatones más originales y divertidos que pueden encontrarse por las distintas ciudades de nuestro planeta.