Dicen que uno de los secretos de vivir la vida con alegría es el saber diferenciar esos pequeños detalles que marcan las diferencias entre un día y otro, por muy monótonos y similares que puedan parecerte Ayer viví uno de esos momentos. Cuando salí de mi jornada laboral y emprendía el camino de siempre para volver al hogar, dio la casualidad de que en un semáforo en rojo tuve delante de mi coche a este peculiar Aixam que no tiene complejos ante ningún deportivo, por lo que se puede ver.