Al igual que todos los españoles, siempre he pensado que todo lo que ocurre con el asunto este del precio del carburante en las estaciones de servicio puede ser considerado como la gran tomadura de pelo nacional de los últimos tiempos. Al margen del precio, una de las cosas que siempre se me pasa por la cabeza a la hora de repostar es si verdaderamente mi coche está recibiendo los litros que marca el surtidor. Verdaderamente nunca he llegado a creer que echaba los litros indicados, y que siempre se quedaba "algo pendiente", aunque nunca he llegado a pensar que no fueran cantidades ridículas.