Hoy quisiera hablaros de un motor de sobra conocido por los amantes de las cuatro ruedas y que, bajo mi punto de vista, ha sido una lástima que no hubiera alcanzado una mayor popularidad. Es una lástima que la historia está llena de grandes inventos que, por un motivo o por otro, no han tenido un éxito rotundo. Me refiero, como no, al único motor de combustión interna que no tiene cilindros: el Motor Rotativo, o Motor Wankel. Sin embargo, se me plantea un problema grave a la hora de redactar este post, y es que quiero evitar a toda costa que se convierta en un tostón infumable de tecnicismos mecánicos y demás. Así que, en primer lugar, sobre su creador, solo diré que fue Félix Wankel, y que en el año 1929 registró la patente. Si quieres saber más sobre él, sólo tienes que insertar su nombre en Google y te saldrán aproximadamente 436.000 resultados. ASÍ ES EL MOTOR ROTATIVO Sobre la arquitectura del motor te diré que, como ya he dicho antes, lo más desta