Cada vez que voy a conducir siempre hay cuatro cosas a las que presto mucha atención de que vayan correctamente. Los neumáticos, los frenos, el cinturón de seguridad, y que los espejos retrovisores estén correctamente regulados. Hoy en día, me sorprende que exista multitud de conductores que no presten la atención que se merece a los espejos, o incluso que a penas los usen para conducir. Los espejos nos ayudan a conocer en todo momento qué ocurre en nuestro entorno, aumentando con ello la seguridad al poder tener una mejor previsión de que ocurra un percance. Sin embargo, a parte de ser un elemento que aumenta la seguridad, también nos pueden servir para otras situaciones a las que nos enfrentamos en nuestro día a día como conductores , y que nada tiene que ver con su función principal. Así que, pensando en ello, me he decidido a escribir este artículo. Comenzaremos con lo que a mi juicio es más importante: cómo regular correctamente los espejos, y continuarem...