La Fórmula 1 siempre ha sido considerada como la categoría reina del automovilismo, entre otros motivos, por las increíbles prestaciones de sus vehículos alcanzada gracias a la vanguardia tecnológica Muchos fabricantes, sobre todo los más emblemáticos dentro del mundo de los coches deportivos y prestacionales, han tratado de ofrecer en su catálogo algún modelo que no tenga nada que envidiar a un F-1. Sin embargo, siempre han sido coches de ensueño inalcanzables para casi todo el mundo. Sin embargo, a finales del siglo pasado se desarrolló un proyecto que a punto estuvo de llegar a comercializar al gran público un coche con estética de F-1 y prestaciones de infarto cuyo nombre ya era de por sí una declaración de intenciones: TIGER. Su creador fue el destacado diseñador británico Chris Humberstone , cuyo primer diseño comercial fue el Mini Scorpion, creado en 1967 cuando solo tenía 21 años, y que también diseñó coches de carreras para Benetton, Force F1 y Brun Technics. Sin embargo, s