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CÓMO APROBAR EL CARNÉ DE CONDUCIR A LA PRIMERA Y NO MORIR EN EL INTENTO

 
Sacarse el carné de conducir es una tarea tediosa que requiere de constancia, paciencia y, por qué no, también un poquito de suerte. Tres ingredientes de los que a veces no disponemos por diversas circunstancias, lo cual puede llegar a desesperarnos. De modo que si no quieres este periodo no se convierta en una pesadilla, te recomiendo que tomes buena nota de las siguientes recomendaciones y trucos. 

La vida está llena de retos que debemos ir superando para poder avanzar: nuestro primer curso académico, nuestro primer trabajo, nuestro primer amor... Todo tiene un comienzo, y algo tan cotidiano y normal para todo el mundo como es el conducir, esconde tras de sí un proceso de aprendizaje que, si entrevistásemos a cada conductor, seguro que daría para un sinfín de anécdotas y curiosidades de lo más variopinto. 

Lo que sí está claro es que mientras para algunos esta etapa de aprendizaje fue algo muy instructivo y enriquecedor, para otros ha podido significar una época estresante e interminable. Está claro, a algunos se nos da mejor unas cosas que otras, y el aprender a conducir no es una excepción. De modo que si estás pensando en sacarte el carné de conducir te vendrá bien seguir las siguientes recomendaciones para evitar precisamente que esta etapa se convierta en una pesadilla. 

ELIGE UNA BUENA AUTOESCUELA 


Elegir la autoescuela a través de la cual queremos sacarnos el carné de conducir es algo muy importante y que en muchos casos se toma a la ligera. Bien por pereza, por cercanía al domicilio, o simplemente porque nos lo han recomendado, no solemos comparar servicios y precios entre autoescuelas y acabamos apuntándonos en una cualquiera sin informarnos previamente. 

Por eso, es recomendable comparar entre autoescuelas y elegir aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades, y eso será más fácil de encontrar en el caso de autoescuelas que ofrezcan gran variedad de servicios a precios competitivos. Un ejemplo de ello es la Autoescuela Indurain donde podrás encontrar una gran variedad de horarios de clases que se adapten a tu agenda, excelente material pedagógico, cursos intensivos si no tienes mucho tiempo, así como una gran flota de coches que te permitirán tener regularidad en el horario de tus prácticas. 


MÁRCATE UN PLAZO REALISTA. NO TENGAS MUCHA PRISA


Otro error que solemos cometer a la hora de querer obtener el carné de conducir es el de marcarnos unos periodos de tiempo excesivamente breves para conseguir el objetivo. Parece lógico, ya que solemos vivir con un ritmo de vida que a duras penas nos lleva tiempo, pero en este caso siempre es mejor andar con pies de plomo. Las autoescuelas son conscientes de esta demanda, y ofrecen la posibilidad de realizar cursos intensivos, aunque particularmente no soy partidario de ellos a no ser que sean extrictamente necesarios.

¿Entonces cuanto tiempo es el recomendable? Basándome en mi experiencia personal, yo me marcaría un plazo aproximado de tres meses, aunque es verdad que cuando me puse a ello no tenía ni prisa ni urgencia, de modo que dándole caña es posible reducir este periodo. Eso sí, yo no recomiendo menos de 2 meses si queremos garantizarnos aprobar a la primera. 

LA FASE TEÓRICA. MÁS IMPORTANTE DE LO QUE PIENSAS.


Seguramente habrás escuchado o leído varios mitos que defienden que en tan sólo una semana puedes aprobar el examen teórico haciendo únicamente test y sin estudiar la teoría. Bueno... Sinceremante, yo no he conocido a nadie que lo haya conseguido, aunque cada uno es libre de probar si lo desea. Y es que para la gran mayoría la fase teórica resulta un gran engorro o molestia previa a lo que realmente importa; ganar horas de experiencia tras el volante.

Pero hay que ser realistas. Para conducir hay que respetar una serie de normas y códigos que haya que conocer sí o sí, y para eso está la fase teórica. De modo que es importante tomarse también en serio esta etapa que, con un poco de dedicación, nos asegurará aprobar a la primera. De todas formas, te detallo algunos consejos para garantizar tu aprobado.
  • Cuando estudies, no trates de ser una máquina de memorizar; trata de razonar, comprender conceptos y usar tanto la lógica como el sentido común. 
  • Asiste a las clases siempre que puedas y no dudes en preguntar al profesor cualquier duda que te surja. 
  • No tengas prisa en presentarte al examen y hazlo cuando tengas la certeza de estar preparado. 

EL EXÁMEN TEÓRICO



Has estado estudiando concienzudamente y te sabes el temario, por lo que ya es hora de examinarte. Sin embargo, por muy bien que te sepas la teoría, siempre es bueno seguir una serie de recomendaciones para no cometer fallos que puedan condenarnos a tener que repetir la prueba. Toma nota.
  • Sal con tiempo y no olvides la documentación requerida. 
  • Trata de no hablar de preguntas con alguno de tus compañeros
  • Lee las preguntas con calma y fíjate en todas las respuestas, aunque tengas la certeza de que la correcta sea la primera. 
  • Cuidado con los términos del tipo "todo", "nada", "no nunca", "si siempre", ya que hay situaciones que tienen excepciones. 
  • A veces una pregunta posterior te da la respuesta de una pregunta anterior. 
  • Si tienes dudas sobre qué respuesta dar, marca la primera que se te ocurrió. 
  • Si te sobra tiempo, dedícalo a comprobar que has marcado la respuesta con el número de la pregunta que corresponde. Por ejemplo, que la respuesta a la pregunta 10 la hayas indicado en la casilla de la pregunta 10, y no en el de la 9 u 11. 

LAS CLASES PRÁCTICAS



¡Fenomenal! Ya has aprobado el examen teórico, por lo que ahora empieza lo bueno: las deseadas y a su vez temidas prácticas. Pero no te preocupes, recuerda que a tu lado tendrás a un profesional que te ayudará y enseñará para que cojas confianza al volante. Con el tiempo, verás que conducir y controlar el coche de una manera más o menos correcta es tarea de unas 10 sesiones aproximadamente (habrá gente que necesite más clases) y que el asunto se trata más de saber circular que de saber conducir. De todas formas, al igual que he hecho con la fase teórica, te dejo unos consejos que te ayudarán.
  • Adelanta un poco de materia: si no tienes ni idea de cómo funciona un coche, trata de informarte antes de comenzar las clases (cualquier persona que conduzca te lo puede decir) 
  • Procura que no transcurra mucho tiempo desde que aprobaste el teórico hasta la primera clase práctica. 
  • No vayas sólo al precio: tal vez sea el mayor hándicap con el que nos encontramos. Las clases prácticas tienen un precio, y el presupuesto es limitado, por lo que nos vemos obligados a progresar más rápido de lo que realmente queremos o podemos, lo cual incrementa nuestro nivel de presión. Una solución común es la de practicar con el coche de algún familiar por zonas donde a penas exista tráfico. Sincereamente, yo creo que no sirve para nada, es más, creo que pueden llegar a perjudicar porque estarás conduciendo un vehículo diferente con el que tendrás que examinarte.
  • Gana en confianza: durante las primeras clases es normal estar tenso e incluso asustado, pero debes ir quitándote ese miedo conforme vayas acumulando experiencia. No te eches atrás por cometer fallos, porque para conducir perfectamente hacen falta muchas más horas de experiencia de las que conseguirás en la autoescuela. 
  • Demuestra esa confianza pidiendo a tu profesor que te lleve a las zonas más complicadas de la ciudad o donde más gente suele suspender cuando se examinan. 
  • Debe existir buena sintonía entre tu profesor y tú: asegúrate que la relación entre los dos sea respetuosa y agradable. ¿Te imaginas tener que estar aprendiendo a conducir con alguien que te grite o no tenga modales? Con eso lo único que conseguirás es tener un mayor estado de ansiedad y estrés, así que si eso ocurriera, no lo dudes y cambia de profesor o autoescuela.

EL DÍA DEL EXAMEN PRÁCTICO



Has hecho bastantes prácticas y tu profesor te dice que ya tienes la suficiente experiencia para enfrentarte al examen. Llega el esperado día y tiemblas más que un plato de gelatina en el epicentro de un terremoto, pero tienes que saber que es lo más natural del mundo. Ahora bien, tienes que tener en cuenta que esos mismos nervios te pueden jugar una mala pasada durante el examen. Es entonces cuando deberías hacerte la siguiente pregunta: ¿Para qué preocuparte de lo que no depende de tí?

Parecerá raro, pero es verdad. Por muy bien preparado que se esté para el examen práctico, hay factores de la circulación que no están bajo nuestro control, como alguien que cruce sin mirar, o algún coche que efectue una maniobra inesperada, temeraria, etc. De modo que céntrate en lo que depende de tí, ya que es posible que puedas suspender por muchas causas, pero procura que no sean por motivos que dependen directamente de tí, como por ejemplo estacionar demasiado lejos del bordillo, o no hacer un ceda el paso.

Igualmente, tampoco consideres que quien te examina es un orco de Mordor que tiene alguna cuenta pendiente personal en contra tuya. Nada de eso, simplemente es alguien que te examinará de la manera más objetiva posible (aunque evidentemente los habrá más o menos exigentes) Por eso, procura seguir estas pautas con él/ella:
  • Si te saltas alguna indicación, no te preocupes ni te dejes dominar por los nervios, no pasa nada, ya cuentan con ello. Lo importante es que no lo hagas de forma reiterativa.
  • Si tienes dudas sobre lo que te ha indicado o no le has oído bien, pregúntale, no muerde.
  • Mientras no te diga nada, tú sigue recto. Y si no puedes continuar recto, pregúntale qué dirección debes tomar. 
  • Y por último, lo más importante. ¡Que te diga una indicación no es sinónimo de que esté permitido realizarla! Ten cuidado, porque puede pedirte por ejemplo que gires la siguiente calle a la izquierda, y sea dirección prohibida.


Ahora bien, aunque el factor suerte pueda influir en la prueba práctica, antes de su realización sería bueno seguir una serie de recomendaciones que a continuación te detallo, y más adelante verás por qué.

Cuando el examinador se suba al coche, salúdale educadamente (no hay que ser pelota) y procede a llevar a cabo las comprobaciones básicas.
  • Regula el asiento.
  • Ajusta los retrovisores.
  • Ponte el cinturón
  • Quita el freno de mano
  • Arranca el vehículo.
¡Mucho ojo con seguir estos pasos en ese orden! Conozco un caso en el que la persona que se examinaba reguló primero los retrovisores y después el asiento, por lo que suspendió. Y también hay casos en los que, tras arrancar, te suspenden por no haberte puesto el cinturón.

YA TIENES EL CARNÉ, PERO APARECEN LOS MIEDOS



Siempre he pensado que sacarse el carné de conducir es como abandonar el nido familiar. Mientras hemos estado conduciendo hemos tenido la protección y el calor de nuestro profesor de autoescuela, pero ahora nos toca enfrentarnos en solitario a la jungla de asfalto. Además, como debemos llevar la "L" que nos delata como nóveles, probablemente seamos blanco fácil de la ira de mucho malnacido sobre ruedas.

Es normal que empiecen a surgir los primeros miedos y dudas sobre nuestra capacidad de conducir, y que coger el coche para ir a cualquier sitio pueda verse como una gesta digna de cualquier libro de caballería, pero si nos dejamos dominar por esos miedos sufrimos riesgo de padecer la temida Amaxofobia, o miedo a conducir. ¿De qué te ha servido, pues, todo el esfuerzo dedicado en tener el carné de conducir?

Así que si tienes miedo, piensa que éste es el enemigo más fácil al que te puedes enfrentar, ya que la única manera que tiene para ganarte es no combatiendo con él. Sé perfectamente que decidlo es fácil y hacedlo complicado, y más si tienes la obligación de coger el coche por lugares complicados. Por eso, te recomiendo que saques tiempo para practicar. No hace falta que tengas que irte lejos, simplemente procura dar vueltas por tu barrio cuando sepas que hay poco tráfico, así te irás familiarizando con tu coche. Aprovecha también para hacer maniobras de estacionamiento: busca primero espacios donde el coche entre de sobra, y poco a poco ve aumentando la dificultad estacionando en espacios más limitados. En fin, que aunque sea algo tedioso a lo que hay que dedicar tiempo que no se tiene, agradecerás estos "entrenamientos"



Espero que este largo artículo te haya servido para despejar todas las dudas que tengas sobre lo relacionado con aprobar el carné de conducir, así como para ganar confianza los días de las pruebas. En cualquier caso, si deseas hacerme alguna consulta no dudes en hacerlo en el apartado de comentarios y te atenderé gustosamente. ¡Mucha suerte y a por ello! 😉

Comentarios

  1. Lo que yo pude observar mientras me saqué el carnet es que el enemigo del 85% de las personas son los nervios. Gente que lo hacía perfectamente en las prácticas y que en el examen cometían el fallo más tonto. Un truco que me ayudó para paliar los nervios fue pensar que solo era una práctica más e incluso más corta, que si lo hacía bien en 2 horas de práctica, como no iba a ser capaz en media horita.

    Saludos!

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    1. Pues no es mal truco, la verdad. Es curiosos como a veces la mejor técnica para combatir los nervios es engañarse a uno mismo, o simplemente quitándole importancia a las cosas. Y como no.... la confianza.

      Un saludo ;)

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  2. Excelentes consejos, ojala lo hubiera leído hace veinticinco años, aunque no me fue mal.
    Como anecdota graciosa te diré que debido que mi profe sufría de la prostata y debía estar preparado para estacionar en cualquier momento delante de un bar, pero en el examen bordé la prueba de aparcamiento, jeje.

    Articulo para enmarcar!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Ja, ja, ja! Pues mira, no fue mala terapia por lo que veo. Yo también aprobé a la primera, y también tengo una anécdota curiosa. Recuerdo que cuando ví al hombre que me iba a examinar, me recordó mucho a mi hermano mayor, el cual es un santo, por lo que inmediatamente interpreté que ese hombre también lo era, ergo me convencí de que sería fácil aprobar. Pues en el examen tuve que hacer dos Stops en cuestas pronunciadas bastante jodidos y estacionar otras dos veces.

      Finalmente aprobé, y lo que es la casualidad, dos meses después... ¡estaba en la boda de mi hermano! Resulta que era el marido de una amiga de mi cuañada. Cuando le ví me acerqué a él, le pregunté si era examinador de pruebas prácticas (para asegurarme) y me dijo que sí. Entonces le conté que yo me examiné con él, y que aprobé a la primera. "¿A la primera?" - me dijo él - Contesté afirmativamente, y me respondió.... - Pues me pillarías en un buen día.

      OMG!

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