Me encantan los coches y, por supuesto, me encanta conducir. Y ciertamente, creo que me tengo que asombrar de ello, porque haciendo un repaso de las cosas que me molestan o me incordian cuando estoy al volante es mucho más larga de lo que me imaginaba... Bendita locura es el conducir. Querer salir o entrar en el garaje y tener que bajarme para girar con la llave porque el mando a distancia de la puerta se ha quedado de nuevo sin pilas. Que haya precisamente una furgoneta de reparto en la entrada del garaje y tenga que llevarme 5 minutos tocando la bocina para que el dueño la retire. Que una paloma me deje un recuerdo suyo en el cristal y no tener agua en el depósito limpiaparabrisas. Y si tengo agua, que normalmente su efectividad sea tan poca que el cristal se queda peor que antes, por lo que no veo una mierda. Ver en una autovía o autopista el carril central y el carril izquierdo repleto de coches, y el de la derecha totalmente vacío. Ver ...