En el mercado actual hablar de un coche deportivo es sinónimo de tener, como mínimo, cerca de 200 CV, y algunos compactos actuales superan con creces los 300 CV, cifras que hace años sólo estaban al alcance de los vehículos más representativos. ¿Pero realmente es necesario toda esa potencia para disfrutar de la conducción? Si como un servidor, te falta poco para enfrentarte a la crisis de los 40, es posible que seas de esos que piensa que hoy en día no existen coches tan divertidos de conducir como aquellos compactos deportivos de los años 80 o 90. Y es que es pensar en el Peugeot 205 GTI, el Renault 5 GT-Turbo, Opel Kaddet GSI, Golf GTI MKII, o los posteriores Clio Willimas, Saxo VTS y Civic VTI, por citar algunos ejemplos, y a todos se nos empieza a caer la baba mientras esbozamos una sonrisa. Hoy en día los compactos de ahora son muy diferentes a estos juguetes. Para empezar, la potencia duplica o casi triplica a la de sus predecesores, pero también hay q...