Si hablamos de “Muscles Cars” o como dicen los norteamericanos, "Pony Cars" hablamos de coches americanos de los años 60 y principios de los 70 caracterizados, tanto por su carrocería de aspecto vigoroso, como por sus enormes motores de elevada potencia y cilindrada. Si éstos coches ya eran amenazantes solamente con verlos, imagínate cómo debías sentirte cuando conducías tranquilamente y comenzabas a sentir el aliento del motor de uno de estos leviatanes del asfalto soplándote en el cogote.