Cada viaje trae consigo sus propias sorpresas: un desafío, una desviación súbita, un grupo de nuevos amigos por el camino, y tal vez incluso, un destino diferente al deseado. (Loreena McKennitt)
Lo que más me gusta de viajar no sólo es esa nueva ventana que se abre a tus ojos y espíritu que te da la posibilidad de conocer lugares inimaginables así otras culturas y estilos de vida. Para mí, lo realmente emocionante de un viaje es el propio viaje: no planear nada, o planear lo mínimo posible, dejando que todo se convierta en una experiencia inolvidable.
Más o menos así es como realicé el viaje a Barcelona del año 2005 junto a mi hermano mayor. En un principio teníamos planeado ir a ver la carrera del gran premio de Fórmula 1 que se disputaría en el circuito de Montmeló, pero a última hora, con los billetes de avión reservados y las maletas casi hechas, nos vimos sin las entradas pertinentes.
¿Desesperarse? Para nada. Es cierto que no podría ver la carrera en vivo, pero en mi destino me esperaba una estupenda y preciosa ciudad que llevaba tiempo deseando conocer (sobre todo por la arquitectura de Gaudí) y un evento que jamás olvidaré: el Salón del Automóvil de Barcelona.
De los tres días que estuvimos en Barcelona, los dos primeros las dedicamos a disfrutar de los lugares más carismáticos de la capital condal, usando para nuestros desplazamientos nada más y nada menos que un Auti TT Cabrio, un coche que más que por sus prestaciones, llamaba la atención por ser un descapotable, tanto, que en muchas ocasiones me sentía demasiado observado.
Hasta que llegó el lunes, día que dedicaríamos exclusivamente a observar las joyas reservadas dentro del Salón del Automóvil, y lo cierto es que salió todo a pedir de boca. Al ser lunes no había una afluencia masiva de gente, por lo que se podían contemplar y fotografiar los coches con bastante facilidad, y como me había imaginado lo que me encontré no me defraudó en absoluto. Desde las últimas novedades hasta los concept cars más increíbles, pasando por la historia del mundo de la competición.
Si, ese fue un día increíble, y ahora lo comparto con vosotros.
DEPORTIVOS Y SUPERDEPORTIVOS
Como era de imaginar, los vehículos de calle que más pasiones despertaron fueron los de corte deportivo, sólo al alcance de unos privilegiados, y los superdeportivos, sólo al alcance de muy pocos privilegiados.
De entre los deportivos, a parte de mi especial predilección por los modelos japoneses, me llamó poderosamente la atención el espectacular diseño del Alfa Romeo Brera, cuya belleza no pasó desaparcebida.
Y entre los superdeportivos, a parte de los tradicionales Ferrari hubo dos coches que levantaron muchísima expectación entre los presentes: el Mercedes-Benz SLR y el Maserati MC12
COCHES DE COMPETICIÓN
Evidentemente, el mundo de la competición no podía dejar de estar presente en este importante Salón, con vehículos que competían en multitud de eventos de circuito y rally. Entre mis favoritos, como no podía ser menos, el Audi Quattro y el mítico Lancia Delta HF Integrale
FÓRMULA 1
Como no era menos, el máximo exponente de la competición automovilística también tuvo su lugar con una original parrilla de salida formada por los monoplazas que fueron campeones del mundo desde sus orígenes hasta el Renault con el que Fernando Alonso se proclamó campeón del mundo.
CURIOSIDADES
Y para finalizar, no podían faltar las originales propuestas por parte de los fabricantes en modo de concepts, extravagantes preparaciones por parte de empresas de audio, e incluso un pequeño circuito donde comprobar las capacidades off-road del Nissan Pathfinder.
Como verás, el fantástico Salón del Automóvil de Barcelona del año 2005 fue un evento que para visitarlo en un sólo día se queda bastante escaso. De hecho, lo que has visto no es más que la guinda de un tremendo pastel con ingredientes automovilísticos de lo más variado. Ojalá pueda repetir una experiencia parecida muy pronto...
Buenos coches, buenas fotos y bellas azafatas!
ResponderEliminarYo cuando vivía en Barna solía ir a este salón, como bien dices es mejor ir a horas o dias laborables para evitar la masificación y poder admirar tranquilamente los autos.
saludos!
Ya ves, aquí en Sevilla lo más parecido es el Salón Anual del Vehículo Seminuevo y de Ocasión. Igualito vamos...
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