A la hora de tener que comprar un auto usado la primera duda que se nos plantea siempre es la misma: ¿Acudo a un negocio profesional de ventas o busco ofertas de particulares? Si decidimos acudir a un negocio profesional nos garantizaremos (en teoría) que el carro que compremos cumple con un mínimo de garantías al haber sido revisado, pero por el contrario, su precio también será más elevado. Y si acudimos a un vendedor particular nos beneficiaremos de un mejor precio de venta, pero tendremos que confiar en la palabra del vendedor y en nuestra intuición para saber si el carro usado está en buen estado.
Entonces… ¿Existe alguna fórmula para saber el verdadero estado de conservación del vehículo? Pues una buena alternativa es la de acudir a un servicio de peritaje gracias al cual un profesional cualificado revisará el carro y emitirá el correspondiente certificado.
¿Pero que es un peritaje? Los expertos definen el peritaje técnico de vehículos como el proceso a través del cual se lleva a cabo una revisión técnico-mecánica del vehículo para conocer su estado general. Por este motivo, es más que recomendable optar por el peritaje de vehículos usados antes de hacer una compra, ya que son de gran ayuda a la hora de saber si el vehículo que se desea comprar está realmente en buen estado.
¿Pero qué suele revisarse por parte de los peritos? Vamos a verlo de forma resumida.
ANTIGÜEDAD, KILOMETRAJE Y MOTOR
En cuanto un carro nuevo sale del concesionario comienza a perder valor, sobre todo durante los cinco primeros años, donde pierde entre el 30 y el 50% del mismo, e igualmente importante es el kilometraje que tenga en el momento de su venta.
La razón es simple; cuantos más kilómetros haya recorrido un auto, más probable es que necesite piezas de repuesto. Los componentes de un coche están diseñados para un kilometraje muy específico, después del cual empiezan a fallar y de forma bastante sincronizada, o sea, en un intervalo de 20.000 a 30.000 kilómetros. Esto solo puede contrarrestarse con un registro concienzudo de todos los trabajos de mantenimiento y reparaciones. Y lo que es más importante, también averiguaremos si el kilometraje del carro ha sido manipulado para que refleje menos kilómetros de los que realmente tiene. En un carro con 80.000 kilómetros recorridos, normalmente no hay fugas de aceite en ninguna de las juntas. Por el contrario, un carro con un kilometraje superior a 200.000 kilómetros tendrá seguramente una o dos fugas de aceite si no se dispone de los justificantes de reparación correspondientes.
ESTADO DE LA CARROCERÍA
Suele pasar; vamos a ver el vehículo que nos interesa y nos quedamos asombrados del excelente aspecto exterior que luce. No tiene golpes, ni arañazos, y la pintura luce como si fuera nuevo. ¿Pero de verdad el carro siempre ha estado así de bien conservado, o ha sufrido reparaciones importantes?
Pues bien, a un perito profesional no se le escapa ningún daño accidental, por muy bien que se haya reparado el auto, por lo que podremos conocer de primera mano si la carrocería ha sufrido golpes o incluso si se ha tapado partes que puedan estar oxidadas (no olvides que el óxido es el gran enemigo de todo carro) Pero además, y no por ello menos importante, el perito constatará también que la carrocería no se encuentra torcida.
EXAMEN DEL INTERIOR
El interior de un carro también nos dice mucho sobre cómo se le ha tratado. Hoy en día, un carro de fumador difícilmente puede venderse a alguien que no fume. Por tanto, un fuerte olor a nicotina en el interior del vehículo puede ser bastante problemático. Allá donde se haya fumado dentro del coche puede haber quemaduras en el tapizado, las alfombrillas o el revestimiento interior. No importa cuán profesional sea la limpieza del coche, si el perito encuentra huellas el vendedor debe rebajar el precio del auto.
Igualmente el perito puede encontrar indicios de desgaste sospechosos en elementos como el volante, palanca de cambio, pedales y asiento del conductor que hagan pensar que el kilometraje ha sido manipulado.
En conclusión. Si vas a comprar un auto usado, deberías asegurarte de que no vas a pagar más de lo que merece. El mercado de segunda mano ofrece gangas, ventajas que aprovechar. Pero cuidado, porque todas darán al traste si no te avala un perito experto capaz de encontrar averías ocultas, corrosión en la carrocería… y tantas otras cosas.
Alguna vez compre un vehículo peritado y todo parecía estar bien. Pero la empresa que lo revisó no verificó en el sistema que el carro tenía unas foto detenciones y me toco hacer todo un proceso legal con una empresa y hacer uso un derecho de petición incluido para poder quitarme de encima ese coche. Si alguien tiene una situación similar similar puede darle una mirada.
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