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TIPOS DE RESALTOS VIALES Y CUÁL ES LA MEJOR FORMA DE REBASARLOS

 


Hoy en día resulta casi imposible ir de un lugar a otro sin tener que sobrepasar algún tipo de resalto ubicado sobre la calzada. ¿Pero qué tipos de resaltos existen? ¿Pueden provocar daños en tu vehículo? ¿Y cuál es la mejor forma para rebasarlos? 


Desde hace ya varios años se han convertido en un elemento habitual del paisaje urbano de todas las ciudades y pueblos. Se les conoce a través de muchos nombres, como reductores de velocidad, bandas transversales, badenes (mal llamados así, pero al final se ha terminado aceptando), pasos de peatones elevados, o también hay quien los llama "guardias tumbados".

Como he dicho, suelen abundar en las ciudades, aunque también han proliferado en otras zonas como las travesías o incluso las carreteras convencionales, lo cual ha propiciado que sean bastante odiados por la gran mayoría de conductores. Pero gusten más o menos, lo cierto es que nadie puede discutir las bondades de su finalidad: la de que los conductores tengan que reducir la velocidad para minimizar, o incluso evitar, las posibilidades de sufrir un accidente por ir a una velocidad superior a la recomendada en determinadas zonas o puntos conflictivos. 


TIPOS DE RESALTOS



Gran culpa de que los resaltos o reductores de velocidad sean tan odiados la ha tenido la falta de normativa sobre sus características en sus orígenes, y también el no respetar la misma cuando esta entró en vigor. Es por esto que después de las primeras experiencias con multitud de diseños de resaltos sin ninguna normativa que los regulase, se intentó encontrar cierto equilibrio en el diseño y características de los reductores de velocidad.

Técnicamente se considera que hay dos tipos de reductores de velocidad: los de sección transversal trapezoidal, o pasos de peatones elevados, y los de sección transversal circular, o de lomo de asno. Los primeros admiten un subtipo denominado combinado o almohada, cuando llegan de acera a acera, cubriendo todo el ancho de la calzada. A su vez, tanto unos como otros, pueden ser ejecutados in situ o prefabricados.

¿DÓNDE PUEDEN INSTALARSE?



La normativa establece que solo se podrán instalar en zonas donde se avise de la obligación de reducir la velocidad a través de señalización vertical. Estos badenes tendrán una misión de apoyo para conseguir que el conductor cumpla los límites de velocidad establecidos en dicho tramo. Además, deberán respetar una distancia entre uno y otro de mínimo 50 metros y máximo 200, aunque se especifica que se tratará de evitar que esta supere los 150 metros.


¿POR QUÉ DEBES REDUCIR AL CRUZARLOS? 



Aunque los resaltos deben cumplir una normativa que establece cuáles deben ser sus medidas y características, en la práctica siempre podemos encontrarnos con resaltos que no la cumplen, convirtiéndose en un elemento que pueden hacer daño a ciertos elementos de nuestro vehículo si no somos comedidos con la velocidad¿Pero qué elementos son los que más sufren? 

  • Neumáticos: sobre todo con aquellos resaltos de tipo lomo de asno, pueden sufrir deformaciones o presentar tanto bultos como cortes en los flancos y/o banda de rodadura. Igualmente, si cruzamos estos badenes sin reducir la velocidad se puede dañar el equilibrado de los neumáticos, lo que provocará un desgastes irregular de los mismos. Además, si éstos se encuentran en mal estado pueden producir un reventón. 
  • Suspensiones y amortiguadores: cruzar resaltos demasiado rápidos provoca holguras en diversos componentes del coche, como los cojinetes de los brazos de suspensión y los silentblocks. Un coche con una suspensión en mal estado puede hacer que pierdas el control ante un frenazo fuerte o una maniobra brusca fruto de una esquiva. Los amortiguadores de un coche pueden durar - en promedio, depende del peso del coche y su uso - unos 60.000 kilómetros en buen estado. Si vives en una ciudad llena de badenes, y no los pasas a una velocidad adecuada, podrían durarte la mitad.
  • Interior: el salpicadero puede desarrollar crujidos, al igual que otros paneles de plástico del interior del coche. Tendrás una sensación de "coche viejo" antes de lo que crees.

¿CÓMO SE DEBE CRUZAR UN RESALTO? 



Una vez repasados los daños más importantes que un resalto puede ocasionar a nuestro vehículo, toca hacer la pregunta de rigor ¿De qué forma debo cruzar entonces un resalto para evitar o minimizar al máximo su impacto sobre mi coche? 

La respuesta rápida y sencilla es simple: hacerlo despacio. Pero como aquí no nos conformamos con lo fácil, voy a darte una serie de pautas y recomendaciones a seguir que debes tener siempre en cuenta. 

  • Si es posible, evita los resaltos: este consejo solamente te servirá para aquellos trayectos que conoces, como los del camino de ida o regreso a lugares habituales. Si para llegar a tu destino tienes dos o más itinerarios, escoge siempre alguno de estas opciones: 
    • El que tenga menos resaltos, aunque sea más largo. 
    • A igualdad de resaltos, el que tenga aquellos que sean menos pronunciados. 
    • Aquel que tenga los resaltos menos pronunciados, aunque sean uno o dos más que el otro itinerario. 
  • Anticípate a la llegada del resalto: evita tomar el resalto mientras frenas tu vehículo, ya que estarás ejerciendo más carga sobre las suspensiones y amortiguadores. Lo ideal es frenar anticipadamente y abordar el resalto a la velocidad adecuada sin pisar el freno. 
  • Salida del resalto: hazlo también de forma suave. No des un acelerón brusco cuando estés encima. 
  • No tomes el resalto en punto muerto, ni con el embrague pisado, ni cambies de marcha mientras estés cruzándolo. 
  • Si es posible, crúzalo con un poco de diagonal siempre y cuando no te salgas de tu carril, evidentemente. Esto no afectará a la compresión de los amortiguadores, pero sí de tus riñones, ya que notarás que el paso del mismo es bastante más suave. 


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