LA PÉRDIDA DE AIRE EN LOS NEUMÁTICOS.

 

Los neumáticos están constantemente sometidos a causas que provocan que pierdan aire. ¿Cuáles son esas causas? ¿Cómo podemos minimizarlas? ¿Y qué herramientas tenemos para controlar la presión de nuestros neumáticos?

 

 

Dentro de los todos los elementos de nuestro vehículo a los que debemos prestar atención a su mantenimiento para garantizar, no sólo su correcto funcionamiento, sino también nuestra seguridad, probablemente los neumáticos sean los grandes olvidados. Porque unos neumáticos en mal estado reducen la estabilidad hasta en un 30% y aumentan la distancia de frenado hasta en un 25%. Pero al margen de que tengamos tendencia a alargar su vida mucho más allá de lo recomendado, otro aspecto que se suele descuidar y es, con toda seguridad, de los más rápidos y fáciles de solucionar, es el de mantener la correcta presión de los mismos.

Y aquí sí que da igual si tu coche tiene neumáticos nuevos recién estrenados, neumáticos viejos, de alta gama, o neumáticos baratos de Neumáticos KM0. Todos, absolutamente todos los neumáticos pierden aire. Que pierdan aire es absolutamente normal, pero si notas una mayor caída de presión mayor de 0,2 bar por mes puede indicar la necesidad de una revisión completa en un taller profesional de neumáticos.

CAUSAS POR LA QUE UN NEUMÁTICO PUEDE DESINFLARSE. 

 

BORDILLOS, BADENES Y BACHES. 

Las carreteras por las que solemos circular, ni de lejos se asemejan a la de un circuito. Bordillos, badenes y las constantes irregularidades del asfalto ponen cada día a prueba a nuestros neumáticos.

Como consecuencia, la presión de la rueda la presión de la rueda aumenta de repente, dando lugar a una pérdida de aire en cualquiera de los elementos del neumático. Por eso, si queremos que nuestras ruedas duren más tiempo, es importante ser suaves en la conducción cuando pasemos por badenes, baches, o tengamos que subirnos a un bordillo. 

ÓSMOSIS, O POROSIDAD DEL NEUMÁTICO.

Los propios compuestos con los que se fabrican las ruedas de los coches presentan una mínima porosidad, permitiendo que el aire pase. Por lo general, un neumático tarda alrededor de un año en perder la presión mínima de seguridad, pero si nuestro vehículo ha estado expuesto a temperaturas extremas y de pronto la situación cambia, la porosidad puede aumentar y perder más aire de lo habitual.

DEFECTOS EN LA VÁLVULA.

Cuando comprobemos la presión de nuestros neumáticos, también es muy recomendable echar un vistazo a la válvula del mismo; una válvula que no esté en buen estado puede provocar pérdidas de aire. Por eso, vigila que no presente pequeñas imperfecciones en la parte central del mecanismo que puedan provocar estas pérdidas de aire.

CLAVOS Y OBJETOS PUNZANTES.

Además de no ser completamente liso, el asfalto público tampoco está totalmente limpio, por lo que nadie está libre de pisar con su neumático algún objeto que pueda atravesarlo. Si pisas un cristal, por ejemplo, pincharás de forma casi instantánea, pero si atraviesas un clavo éste puede quedarse incrustado en la goma, por lo que la pérdida de presión se producirá paulatinamente. Si te ves en este caso, no te fíes, y cambia el neumático a la mayor brevedad posible.

HERRAMIENTAS PARA VIGILAR LA PRESIÓN. 

SENSORES DE PRESIÓN DE NEUMÁTICOS (SISTEMA TMPS)

Desde el 1 de noviembre de 2014, cada automóvil vendido nuevo en la Unión Europea debe estar equipado con un sistema que verifique automáticamente la presión de los neumáticos.

Los sensores de presión automáticos, es decir el sistema TPMS, informan al conductor si la presión de los neumáticos está a un nivel apropiado y alerta cuando cae por debajo del nivel de seguridad. Existen dos tipos de sistemas: indirecto que está en la mayoría de los automóviles, y directo que está montado en automóviles de gama más alta y permite transferir información en tiempo real.

MANÓMETROS.

Lo habitual para comprobar el nivel de aire de los neumáticos es acudir a una estación de servicio y emplear el manómetro de sus instalaciones (gratuito o de pago, según el caso) Sin embargo, las mediciones de estos aparatos puede no ser correcta debido al gran nivel de uso que tienen, a lo que hay que sumar que nuestros neumáticos estarán calientes por el desplazamiento hacía dicha estación. 

Por este motivo, una buena alternativa es tener un manómetro portátil en nuestra casa, ya que será un aparato que nos ocupará poco espacio y tienen un precio bastante asequible en el mercado.