Si hay algo que me apasiona de los viajes, a parte de buscar la belleza de los lugares que visito, es todo lo relacionado con las tradiciones y costumbres del mismo. Pues bien, hace tiempo conocí por casualidad la existencia de una curiosa costumbre muy relacionada con el mundo del automóvil, así que no podía perder la ocasión de hablar sobre la misma.
Para ello viajamos a Copacabana. Pero no me refiero a la paradisíaca playa brasileña, sino a la ciudad boliviana situada a orillas del lago Titicaca.
Si decides visitar esta bonita ciudad, uno de los lugares que tienes que visitar es la Basílica de Nuestra Señora de Copacabana. Este templo del siglo XVII custodia a la famosa Virgen de la Candelaria, también conocida como la Virgen de Copacabana.
Pues bien, si cuando te dirijas a la plaza situada frente al templo comienzas a ver decenas de diferentes tipo de vehículos como automóviles, camiones, motocicletas, autobuses, etc... decorados con cintas, guirnaldas o flores, entre otros, no te sorprendas.
¿El motivo? Pues no es otro que el estar esperando para participar en una curiosa ceremonia denominada "Bendición de las Movilidades" (también llamado ch'alla, bendición ritual) mediante la cual el sacerdote de la basílica bendice con agua bendita a estos vehículos para que la Virgen de Copacabana extienda la vida de los mismos a la vez que protege a sus propietarios de sufrir accidentes.
Vamos, que este ritual se trataría como una especie de ITV espiritual para los automóviles.
Antes de que el sacerdote aparezca con el agua bendita, los vehículos son rociados con cualquier bebida alcohólica y se tiran petardos en medio de una fiesta al son de la música (aquí tenemos otro buen ejemplo de cómo las tradiciones paganas y la católica se agarran de la mano) Pero ahí no queda la cosa, ya que como si de un bautismo se tratase, al vehículo se le otorga un nombre. De esta forma, queda totalmente protegido.
Tradición muy bonita y también creo recordar que en Barcelona cada año también hay una bendición de vehículos y conductores por San Cristóbal, nuestro patrón.
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