Nadie puede poner en duda que estamos viviendo una época trascendental dentro del mundo de la automoción y la movilidad. Nos encontramos en pleno proceso de transición hacía un cambio de modelo en el que la electrificación jugará el papel más importante, y eso es algo que ya puede constatarse. Cada vez más son los automóviles y las motos eléctricas que están disponibles en el mercado, presentándose como una excelente alternativa para, sobre todo, la movilidad urbana.
Para moverse por la ciudad, un moto siempre nos permitirá ir de un lugar a otro con más agilidad y rapidez que un automóvil, sobre todo en esos momentos en los que el tráfico es más intenso. A esto, hay que añadir la implantación de las zonas de bajas emisiones, por lo que la idea de adquirir una moto eléctrica para nuestros desplazamientos cada vez parece tener más sentido.
AHORRO DE DINERO.
De media, está comprobado que, de media, el coste por cada 1000 kilómetros es 1/3 inferior en una moto eléctrica que en una moto convencional. Es decir, que si con nuestra scooter de 125 cc, por poner un ejemplo, gastamos 60 euros en carburante cada 1000 kilómetros, con una moto eléctrica habríamos gastado 20 euros.
GASTOS DE MANTENIMIENTO ÍNFIMOS.
Como hemos mencionado en el apartado anterior, los gastos de mantenimiento de una moto eléctrica son prácticamente inexistentes. Pero, ¿por qué?. Bien sencillo; en primer lugar, no requieren de operaciones como cambios de aceite, filtros de aire, correas, bujías, etc. Y en segundo lugar, debido a que carecen de elementos como pistones, bielas, válvulas, cigüeñal y demás piezas móviles, es mucho menos probable el que puedas sufrir una avería.
COMODIDAD DE CONDUCCIÓN.
¿Por qué una moto eléctrica es más cómoda de conducir que una de combustión? Pues principalmente por el tema de las vibraciones y la ausencia de ruido.
Si bien es cierto que actualmente los motores de combustión han evolucionado mucho para minimizar al máximo sus vibraciones, éstas siguen existiendo, mientras que un motor eléctrico no emite vibración alguna. Esto las hace ideales para una conducción más relajada, con el valor añadido de que no tendremos que estar escuchando el sonido del motor de forma constante.
Y por último, no podemos olvidar que una moto eléctrica ofrece toda su potencia al instante, es decir, que tienes a tu disposición todo el par motor desde las cero revoluciones, algo que no ocurre con un motor de combustión interna. Esto es una gran ventaja si buscas rendimiento, y también para poder afrontar con mayor seguridad situaciones del tráfico en las que la situación demande un extra de potencia.
DISMINUCIÓN DE LA CONTAMINACIÓN ACÚSTICA Y AMBIENTAL.
Sin duda alguna, las motos eléctricas son una buenas aliadas a la hora de disminuir la emisión de gases tóxicos dentro del entorno urbano, ya que su nivel de emisiones es cero. Pero a parte, además de la mala calidad del aire, las ciudades sufren la menos conocida, pero también perjudicial, contaminación acústica. De modo que con una moto eléctrica no emitiremos ni gases nocivos ni ruido, algo que tanto los pulmones como los oídos del resto de habitantes agradecerán, y también los tuyos, claro está.
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