De todos los tipos de vehículos que tenemos a nuestra disposición en el mercado, sin duda alguna las furgonetas son las más polivalentes que podemos encontrar. Ya sea para darle un uso profesional, como si la queremos para uso personal o bien como vehículo de recreo (ya sea camperizada, o no) la multitud de opciones en cuanto a tamaños, precios, motorizaciones, etc, son de lo más variado.
Sin embargo, y más ahora con la gran escalada que están sufriendo los precios, cada vez más gente se ve abocada a recurrir al mercado de furgonetas de segunda mano para poder hacerse con una. Como todo mercado de usados, encontraremos nuestros pros y nuestros contras, pero afortunadamente tenemos muchas herramientas para garantizar que hemos acertado si sabemos qué puntos tenemos que revisar a la hora de comprar una furgoneta de segunda mano.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA.
ANTIGÜEDAD E ITV.
QUIÉN LO HA TENIDO ANTERIORMENTE.
Es importante también el tener en cuenta quién ha sido el propietario anterior. Aquí podemos distinguir tres casos:
- Un autónomo o particular: Aquí hay los dos extremos. Lo normal es que al ser propietario del vehículo lo haya cuidado porque parte de sus beneficios dependen de una buena conservación de la furgoneta y un correcto mantenimiento. Sin embargo, también hay quien simplemente compra la furgoneta y la usa sin miramientos hasta que ya no da más de sí. Este segundo caso es el menos frecuente.
- Empresa con un conductor asignado: Suele ser la mejor alternativa. Las empresas suelen tener estos vehículos mediante rentings o leasings que se encargan del mantenimiento y, al tener un único usuario asignado, éste suele ser responsable y la mantiene también en buen estado porque es su herramienta y donde pasa las jornadas de trabajo.
- Empresa con varios conductores: es el peor escenario posible. Al no tener un único conductor y estar rotando por varias manos, suelen estar peor tratadas.
TIPO DE USO QUE HA TENIDO.
Más que los kilómetros que tenga, es importante saber cómo se le han hecho esos kilómetros. No es lo mismo transportar paquetería ligera que haber trabajado para una empresa de albañilería y haber ido cargada hasta el máximo de peso legal. Es cierto que las de paquetería urgente suelen circular «a todo lo que dan», pero suelen haber sufrido más desgastes importantes las que han transportado mercancía pesada.
También es importante saber si han sido vehículos destinados a rutas o a reparto, porque las averías y desgastes varían. Una furgoneta destinada a reparto es más propensa a tener problemas con los sistemas anticontaminación y embrague, mientras que las de ruta suelen tener más desgastes en elementos como el turbo, transmisiones, o inyectores
ASPECTOS BÁSICOS QUE HAY QUE REVISAR.
Localizada la furgoneta que nos interesa comprar, y comprobados los puntos anteriormente mencionados, es hora de revisar ciertos aspectos básicos que pueden darnos indicaciones del correcto estado de mantenimiento del mismo.
COMPROBAR SI HA SUFRIDO UN ACCIDENTE O TIENE DAÑOS ESTRUCTURALES.
Por este motivo, fíjate si hay partes o piezas que tengan una diferencia en el tono respecto a otras, o si hay holguras en las puertas, aletas, capó… Comprueba también si los tornillos tienen marcas de herramientas o se aprecian soldaduras nuevas. Y no olvides que se puede observar también si ha tenido algún golpe estructural fuerte, con el número de chasis. Este estará retroquelado y será distinto al original.
DESGASTE DEL INTERIOR.
Con el asiento y los pedales del conductor, ocurre lo mismo, ya que es fácil ver el desgaste. Un desgaste excesivo para el número de kilómetros que te indican puede ser síntoma de bajada de kilómetros o simplemente que el dueño anterior lo ha tratado con poco mimo.
FUNCIONAMIENTO DEL AIRE ACONDICIONADO.
Además, ten en cuenta que el sistema de aire acondicionado se considera desgaste y no está cubierto en ningún caso por la garantía. Si el aire funciona bien, pero huele mal, puede ser porque esté sucio el filtro de antipolen.
COMPRUEBA EL DESGASTE DE LOS NEUMÁTICOS Y FRENOS.
- Olor a quemado: aparece cuando el embrague ya patina demasiado.
- Ruidos al pisar lentamente el pedal o chirridos al mantenerlo pisado
- Ruidos de rozamiento cuando embragamos (es decir, cuando soltamos el pedal)
- Tacto duro del pedal
De todas formas, para asegurarnos de que el embrague no está gastado existe la prueba de engranar una marcha larga con el coche parado (tercera o cuarta, por ejemplo) e ir soltando embrague poco a poco. Si el coche no se cala o tarda en hacerlo, es un síntoma de desgaste.
COMPRUEBA EL ESTADO DE LA SUSPENSIÓN.
- Si al conducir por baches, notas que la furgoneta rebota demasiado o rebota lentamente.
- Si en carretera, al coger curvas, notas falta de estabilidad. Una sensación como si fueras en un barco.
En la mayoría de los casos, se deberá a un mal mantenimiento del vehículo. Levanta el capó y mira si el nivel del líquido de dirección está bajo.
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