Siempre me ha llamado la atención esa gente que tiene su casa limpia y ordenada, su puesto de trabajo impoluto, siempre va bien aseada, pero después su coche es una auténtica pocilga. Y puedo llegar a entenderlo; mantener un coche impoluto es complicado, ya que está expuesto a los agentes externos y cuando estamos en su interior casi nunca solemos fijarnos en la suciedad porque básicamente lo que hacemos dentro es conducir. Además, el único tiempo que tienes para limpiarlo es en fin de semana y los lavaderos suelen estar repletos de gente que ha tenido la misma idea que tú.
Afortunadamente, hoy en día ya tenemos disponibles servicios como los que puedes encontrar en washappcar.com. Este lavadero cuenta con una sencilla APP diseñada para que los clientes puedan reservar una cita cuando mejor les convenga y, así, no tener que esperar desagradables colas. Pero además, mientras que los amables profesionales de este lavadero dejan tu coche como los chorros del oro, puedes esperar en una agradable zona de espera que cuenta con máquinas de vending, WiFi, y café gratis.
De todas formas si, como un servidor, eres de los que disfruta limpiando tu vehículo (e incluso les parece una actividad relajante) vamos a descubrir a continuación algunos consejos para conseguir el mejor resultado posible.
LAVADO DE CARROCERÍA.
A la hora de lavar el exterior de nuestro vehículo, una de las máximas tentaciones que todo conductor tiene es la de hacer uso del túnel de lavado, sobre todo si necesita una limpieza profunda. Y aunque sea algo bastante cómodo debido a que todo el proceso se realiza de forma automatizada, lo cierto es que no nada aconsejable.
El motivo es que, aunque casi todas las cerdas son de polietileno, un material muy parecido a las fibras textiles que no deben suponer ningún riesgo para la pintura, si existe la posibilidad de que en estas se queden incrustadas granos de arena muy intrincada o incluso de la suciedad del coche anterior, que no ha sido correctamente desalojada y permanece en los cepillos. La consecuencia: sutiles rayones en la carrocería.
Por este motivo, suelo aconsejar el uso de los sistemas de lavado a mano (las famosas pistolas de chorro a presión). Su ventaja es que suelen disponer de diversos sistemas de regado y utensilios de
limpieza, aunque en algunos casos incluso puedes llevarte tus propios productos si así
lo prefieres. Aquí es también muy recomendable un prelavado a fondo del coche antes de aplicar el jabón.
Según el centro a donde acudamos, suelen ofrecer más o menos programas de uso, pero de forma básica podemos diferenciar los siguientes
- Aclarado, o también llamado prelavado básico del coche:
- Lavado con jabón del coche.
- Aclarado con agua fría
- Encerado
- Aclarado final con agua osmotizada.
LAVADO DE LLANTAS.
Las llantas pueden acumular mucha suciedad con el paso del tiempo. Para eliminarla, lo mejor es limpiarlas a fondo con la manguera a presión. Asegúrate de eliminar toda la carbonilla que desprenden los frenos. Aplícale un producto específico limpia-llantas, deja actuar el tiempo que recomiende el fabricante y aclara de nuevo con la manguera a presión. Los hay de muchas marcas y su precio parte alrededor de los tres euros. Una vez bien limpias puedes usar un sellador de llantas, que creará una película protectora sobre la llanta que mantendrá más tiempo la llanta limpia y nos facilitará la limpieza en el futuro.
SECADO DEL EXTERIOR.
Finalmente, una vez hayas lavado tu vehículo, sécalo usando paños de microfibras; incluso podrás encontrar paños específicos para el secado del coche en tiendas y comercios. Ahora bien, para las lunas emplea también limpiacristales, pero ojo, hazlo solamente por la cara exterior de las mismas, porque si no lo empleas en el interior muchas veces deja un rastro sobre la superficie que la vuelve translúcida. En la cara de dentro es mejor usar un producto específico. En todo caso, asegúrate haberlo retirado todo completamente, primero con un paño y, si es necesario, con unos periódicos o papel para acabar de eliminar toda la humedad.
LIMPIEZA DEL INTERIOR.
La limpieza interior de un vehículo es el proceso más tedioso debido a la cantidad de elementos diferentes que podemos encontrar en el mismo. Así que voy a tratar de dividir los diferentes pasos a seguir y dejarlo lo más claramente posible.
1. Saca del interior las alfombrillas: Si tienes alfombrillas de goma (cosa que te recomiendo) podrás limpiarlas fácilmente con agua, pero si son tapizadas tendrás que sacudirlas y aspirarlas. En algunas estaciones de servicio podrás incluso encontrar aparatos para ello si no quieres usar la aspiradora.
2. Aspirado del interior: con una aspiradora portátil propia, o usando la del centro de lavado, procede a aspirar el suelo y los asientos. Igualmente, no olvides pasarla también por los huecos portaobjetos de las puertas o salpicadero.
3. Limpieza de asientos: Por mucho que aspires los asientos, si estos ya presentan manchas o se ven más oscuros que su tonalidad normal, es hora de limpiarlos más a fondo. Mi recomendación es que uses un producto para limpiar tapicerías, y si tus asientos son de cuero un producto para la limpieza del mismo y posterior crema para hidratarlo.
4. Limpieza de salpicadero y plásticos: El material principal con el que están fabricados los salpicaderos del coche es el plástico. Aunque también puede haber alguna pieza con un baño de cromado o incluso de aluminio.
Así que para su limpieza utiliza agua, una bayeta y un detergente suave. De todas formas, existen productos muy baratos para limpiar salpicaderos que además dejan un olor agradable. La única precaución que debes tener es que no sea un producto químico abrasivo y evitar cepillos que rayen su superficie al frotar.
Antes de humedecer la bayeta, pásala en seco por todo el salpicadero, retirando primero el polvo acumulado, y después, dale con la bayeta húmeda, con agua y el producto de limpieza a todos los elementos del salpicadero, volante y puertas. No olvides el pomo y la palanca de cambios, cuanto más meticuloso seas, mejor serán los resultados.
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