En el año 1993, Fiat lanzaba al mercado el Fiat Punto, un nuevo modelo utilitario que venía con la complicada papeleta de sustituir al mítico Fiat Uno. Diseñado por Giorgetto Giugiaro, este utilitario italiano no tardaría en convertirse en un modelo exitoso en ventas, siendo incluso galardonado con el reconocimiento de Coche del Año en Europa en el año 1995.
A parte de ofrecer versiones de tres y cinco puertas, así como una versión deportiva, esta primera generación del Punto se caracterizó por algo que no hicieron sus generaciones anteriores: el ofrecer una carrocería descapotable.
De este modo, la posibilidad de disfrutar de la conducción a cielo abierto a bordo de un Fiat Punto desapareció con la llegada de su segunda generación en el año 1999. Sin embargo, eso no significa que no se presentasen propuestas para ello que habían gustado al gran público, pero que nunca llegaron a convencer a los dirigentes de Fiat.
Una de estas propuestas fue la que se presentó Pininfarina sobre su segunda generación, la cual fue expuesta al público en el Salón de Franckfurt del año 1999, para celebrar el centenario de la empresa turinesa.
Bautizado con el nombre de Fiat Punto Wish, este prototipo se diferenciaba del anterior Punto Cabrio diseñado por Bertone, por el hecho de suprimir el techo de lona en favor de un techo rígido retráctil, lo cual con convertía en un roadster 2+2 con una línea bien trabajada y personal que le daba un aspecto coupé cuando tenía el techo desplegado.
Sin embargo, este proyecto fue finalmente archivado por Fiat debido a los elevados costes de desarrollo que implicaba el proyecto, aunque el tiempo daría finalmente la razón a Pininfarina. ¿Por qué digo esto? Pues porque a principios del siglo XXI varios fabricantes comenzaron a ofrecer esta filosofía de pequeños descapotables de techo rígido, algunos basados inclusos en sus modelos utilitarios. Buen ejemplo de ello fueron los Peugeot 206 CC, el Nissan Micra CC, Citroën C3 Pluriel, o el Opel Tigra.
Viendo el éxito que tuvo sobre todo el modelo de Peugeot, Mitsubishi quiso también unirse a la fiesta, pero ya lo hacía tarde y tampoco estaba dispuesta a desembolsar mucho dinero en el proyecto, por lo que optó "subcontratar" dicho proyecto a Pininfarina. De modo que con poco presupuesto y poco tiempo, la idea de Pininfarina fue la de acudir a sus archivos y rescatar los planos técnicos del Fiat Punto Wish para "plasmarlos" sobre un Colt de 5 puertas.
¿Y qué ocurre cuando las cosas se hace con prisas? Pues que normalmente los resultados obtenidos no suelen ser muy satisfactorios, algo que quedó reflejado en el diseño final de este modelo, el cual no era muy agraciado que digamos...
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