Este prototipo, obra del carrocero italiano Ghia, fue presentado en el año 1996 en el desaparecido Salón de Turín, y posteriormente lució un con un diseño ligeramente modificado (y soso) en el Salón de Detroit de 1998.
Basado en el Ford Escort, este prototipo se había desarrollado, según el mismo jefe de Ghia, "para mostrar nuestras últimas ideas para el segmento de rápido crecimiento del mercado de vehículos recreativos con tracción a las cuatro ruedas. Esta es nuestra visión del siglo futuro, dirigida a quienes desean un vehículo potente y práctico a un precio razonable".
El diseño exterior del vehículo había sido realizado por Marco Bianciotto, y si echamos un vistazo, pronto podemos apreciar rasgos que indican que este era un vehículo destinado a un público joven y aventurero. Para empezar, tanto el frontal como la trasera estaban presididas por un paragolpes de plástico negro de enormes dimensiones, alojando en el frontal unos faros circulares dobles. Posterormente, estos paragolpes fueron reemplazados dos años después por modelos más convencionales del mismo color que la carrocería, y cambiando también los faros delanteros circulares por otros de forma rectangular más convencionales.
También destacan la línea cromada que sale desde el paso de rueda delantero y que sube por el pilar A, se prolonga por todo el arco del techo, y desciende por el portón hasta llegar a los pilotos traseros. Curiosamente, esta línea es cortada por un gran montante en el pilar C que separa la puerta trasera de la luna lateral posterior, y del que surge un arco del que emanan las dos barras de techo que nos servirán para transportar objetos. De este pilar A, surgían los brazos de los espejos retrovisores, de forma circular, y que también fueron sustituidos en su rediseño por otros más convencionales y prácticos. Igualmente, el color cromado del pilar fue reemplazado por el mismo color que la carrocería, perdiendo así uno de sus elementos más llamativos.
Pero sin duda alguna, el elemento más llamativo de este vehículo son sus enormes pasos de rueda, sobre todo el trasero, por lo que se instalaron unos guardabarros separados de la carrocería principal, como si de una motocicleta se tratase, y los cuales podían extraerse de forma sencilla. En el rediseño, estos guardabarros se pintaron de color negro, pasando así a ser más desapercibidos.
![]() |
Modelo con el rediseño realizado en el año 1998 |
El interior destacaba por lucir asientos fabricados en parte con botellas de refresco recicladas, y el uso de otros materiales también reciclados, mostrando así su visión de futuro.
Pero a pesar de su aspecto aventurero, el Ford Alpe también debía lucir otras cualidades si verdaderamente quería ser un vehículo off-road. Comenzando por su motor, bajo su capó albergaba un bloque de gasolina 2.0 para transmitir una tracción total a las cuatro ruedas. La suspensión estaba elevada, por lo que la altura al suelo era considerable.
Comentarios
Publicar un comentario