LANCIA DELTA HF INTEGRALE. LA ORQUÍDEA DE LOS COMPACTOS DEPORTIVOS

Aunque os suene raro, en mi humilde opinión, pienso que en ciertos aspectos los coches son muy parecidos a las flores. Unas son resistentes a todo tipo de inclemencias mientras que otras son extremadamente delicadas y frágiles. Por eso, hoy quisiera hablar sobre uno de los coches más delicados que ha existido jamás, pero a la vez de los más bellos y espectaculares; es la Orquídea del mundo del automóvil. Es el Lancia Delta HF Integrale

Sin embargo, su delicadeza no debe tomarse como sinónimo de falta de fiabilidad. Simplemente, era un coche al que había que cuidar y mimar con más frecuencia de lo habitual. El Lancia Delta nació por el año 1979 bajo los designios del diseñador Giugiaro a partir de la plataforma del Fiat Ritmo. Sin embargo, no fue hasta 1986 cuando salió a la luz el primer Lancia Delta HF, con motor turbo. Éste modelo contaba con un motor de 2 litros de cilindrada y la nada despreciable cifra de 165 cv.

Posteriormente, un año después a éste modelo le ensancharon las aletas y le subieron la potencia hasta los 185 CV, hasta que en el año 1989 apareció el primer Delta HF Integrale, cuya vida puede resumirse con el siguiente esquema:

1989: nace el Lancia Delta HF Integrale 16v, con 200 cv de potencia.
Entre el año 1990 y 1992 se comercializa el Delta HF Integrale Evolution, con 210 cv. A éste modelo se le conoce con el entrañable apodo de "Deltona"
Entre 1992 y 1995 se comercializa el Delta HF Integrale Evolution 2, con 215 cv.

Sin duda, uno de los requisitos que toda persona debía poseer a la hora de conducir esta maravilla rodante era un perfecto equilibrio entre los hemisferios racionales y emocionales de su cerebro. No era para nada un coche blandito; cuando el turbo soplaba lo hacía con extremada violencia, lo que le permitía ser realmente rápido en recta (el HF Integrale Evolution 2 se ponía de 0 a 100 Km/h en 5,5 segundos) y sobrevolar las curvas con una soltura que era fácil ponerte los calzoncillos por corbata. Ante tales prestaciones había que estar siempre recordando la bestia que se tenía entre manos y no dejarse llevar por la fogosidad, todo ello gracias a un chasis ajustado que siempre pedía caña.

Otro de los aspectos destacados del Lancia era su alta funcionalidad: era un hatchback de 5 puertas con un maletero aceptable, así que podía ser usado para el día a día, aunque si realmente querías a tu familia no te arriesgabas a subirlos en él si no tenías más remedio.

En cuanto a la electrónica, tendían a fallar por culpa de sus precarias conexiones, algo muy común en los Lancia de ésta época. Y a eso había que añadir el mítico problema de la corrosión, que aunque existía, no era tan exagerada como pretendían las leyendas urbanas de antaño.

Los coleccionistas de coches sienten especial predilección por los modelos Evolution, ya que presentan su carrocería ensanchada. Sin embargo, si te animas a tener uno debes tener en cuenta que aunque puedas adquirir uno por 15.000 euros, no es un coche barato de mantener, debido a los especiales cuidados que necesita y que si eres fogoso con el acelerador te puedes encontrar con un consumo de 20 litros a los 100 kilómetros.

En resumen: éste coche es como una mascota destinada a destacar en los concursos de belleza y habilidades. Necesita muchos mimitos y cuidados casi a diarios, pero si se los das, estarás orgulloso de él por muchos años y te dará múltiples satisfacciones