Si existe un vehículo mítico por su dureza y resistencia, esa es sin duda el Citroën C-15. Un vehículo pensado para todo, pero sobre todo orientado a los pequeños empresarios y autónomos. Tal era su dureza que fue conocida con el apodo de "La Mula". Sin embargo, la C-15 tuvo una exclusiva versión orientada a otros menesteres más... lujosos
París, año 1986. Un año más, el Salón del Automóvil de la capital francesa abre sus puertas para dar a conocer las últimas novedades de los fabricantes. Como suele pasar en estos eventos, las marcas locales lo dan todo para hacerse notar, y para esta edición Citroën tenía guardada una sorpresa que no dejó a nadie indiferente. Se trataba de un Citroën C15 muy especial, tanto, que poco tenía que ver con el modelo convencional, ya que lejos de su orientación de coche robusto y duro, era más bien un santuario sobre ruedas para los amantes del hedonismo y el lujo más exquisito.
ASPECTO EXTERIOR
Está claro que viendo el aspecto exterior de esta C15 resulta complicado intuir sus orígenes, porque muy poco tiene que ver con el modelo del que deriva. El culpable de tal transformación fue Sbarro, una pequeña empresa fundada por el italiano Franco Sbarro en el año 1971, pero con sede en suiza, dedicada hacer replicas de vehículos y también preparaciones tipo concept sobre automóviles de diversas marcas.
Lo cierto es que catalogar por su diseño a este coche es bastante complicado. ¿Es un SUV, un monovolumen, una furgoneta, o más bien un coche familiar? Y es que lo mires por donde lo mires parece ser que tiene un poco de todo.
Para empezar, es un vehículo de siete plazas, pero que sólo cuenta con tres puertas, lo cual particularmente me recuerda a la peculiar concepción de monovolumen de tres puertas del Renault Avantime. Pero ahí no queda la cosa, ya que se puede acceder a los asientos posteriores desde el portón trasero, el cual se abre hasta 90 grados para facilitar la entrada y salida de los pasajeros. Así que lo dicho, catalogar a este coche dentro de un sector determinado es tarea de locos.
INTERIOR
Si el exterior del C-15 Aventure no dejaba indiferente a nadie, el interior no iba a ser menos, y ofrecía un sinfín de soluciones dignas de mencionar. En primer lugar, se usaron materiales de calidad, como asientos de cuero, alfombras de grosor considerable y no se dudaron en emplear vistosos paneles de nadera para el salpicadero, puertas, e incluso los laterales de los asientos; todo para que pareciese más el interior de una lujosa sala de estar, que el de un vehículo.
Pero además del lujo a la vista, en este coche podían viajar siete personas con bastante comodidad, porque además de los asientos traseros abatibles en proporción 60/40, existían otros dos asientos posteriores que se plegaban en los laterales de la carrocería, los cuales se podían girar orientándolos hacía el sentido de la marcha. Y aquí no se quedaban todas las sorpresas, ya que en el interior del gran portón trasero se ubicaba también una maleta de viaje de apariencia aristócrata.
MOTOR
Ya hemos visto que tanto exteriormente como en su interior, el C-15 Aventure es un coche que estaba a la altura, por lo que también tenía que estar equipado con un motor que no lo ensombreciese. Y así fue, ya que bajo su capó escondía el mismo motor que empleaba el Citroën Visa GTI y el Peugeot 205 GTI, es decir, un 1.6 que desarrollaba 115 CV (105 CV antes del año 1986) a 6.250 rpm. Se trata de un bloque de inyección indirecta monopunto y encendido electrónico, muy elástico, que subía muy fácilmente hasta las 6.500 rpm llegando al corte en 6.900 rpm.
Como era de esperar, este original C-15 nunca llegó a producirse, es más, ni siquiera Citroën se planteó minimamente comercializar un modelo sibarita de su popular "Mula"
ASPECTO EXTERIOR
Está claro que viendo el aspecto exterior de esta C15 resulta complicado intuir sus orígenes, porque muy poco tiene que ver con el modelo del que deriva. El culpable de tal transformación fue Sbarro, una pequeña empresa fundada por el italiano Franco Sbarro en el año 1971, pero con sede en suiza, dedicada hacer replicas de vehículos y también preparaciones tipo concept sobre automóviles de diversas marcas.
Lo cierto es que catalogar por su diseño a este coche es bastante complicado. ¿Es un SUV, un monovolumen, una furgoneta, o más bien un coche familiar? Y es que lo mires por donde lo mires parece ser que tiene un poco de todo.
Para empezar, es un vehículo de siete plazas, pero que sólo cuenta con tres puertas, lo cual particularmente me recuerda a la peculiar concepción de monovolumen de tres puertas del Renault Avantime. Pero ahí no queda la cosa, ya que se puede acceder a los asientos posteriores desde el portón trasero, el cual se abre hasta 90 grados para facilitar la entrada y salida de los pasajeros. Así que lo dicho, catalogar a este coche dentro de un sector determinado es tarea de locos.
INTERIOR
Si el exterior del C-15 Aventure no dejaba indiferente a nadie, el interior no iba a ser menos, y ofrecía un sinfín de soluciones dignas de mencionar. En primer lugar, se usaron materiales de calidad, como asientos de cuero, alfombras de grosor considerable y no se dudaron en emplear vistosos paneles de nadera para el salpicadero, puertas, e incluso los laterales de los asientos; todo para que pareciese más el interior de una lujosa sala de estar, que el de un vehículo.
Pero además del lujo a la vista, en este coche podían viajar siete personas con bastante comodidad, porque además de los asientos traseros abatibles en proporción 60/40, existían otros dos asientos posteriores que se plegaban en los laterales de la carrocería, los cuales se podían girar orientándolos hacía el sentido de la marcha. Y aquí no se quedaban todas las sorpresas, ya que en el interior del gran portón trasero se ubicaba también una maleta de viaje de apariencia aristócrata.
MOTOR
Ya hemos visto que tanto exteriormente como en su interior, el C-15 Aventure es un coche que estaba a la altura, por lo que también tenía que estar equipado con un motor que no lo ensombreciese. Y así fue, ya que bajo su capó escondía el mismo motor que empleaba el Citroën Visa GTI y el Peugeot 205 GTI, es decir, un 1.6 que desarrollaba 115 CV (105 CV antes del año 1986) a 6.250 rpm. Se trata de un bloque de inyección indirecta monopunto y encendido electrónico, muy elástico, que subía muy fácilmente hasta las 6.500 rpm llegando al corte en 6.900 rpm.
Como era de esperar, este original C-15 nunca llegó a producirse, es más, ni siquiera Citroën se planteó minimamente comercializar un modelo sibarita de su popular "Mula"
Nadie imaginaría que debajo de esta carrocería se esconde una C-15. La delantera no está mal, tiene algo de shark-nose, pero el resto, bueno...es diferente. Sbarro es lo que tiene, sus creaciones siempre dan que hablar.
ResponderEliminarSaludos y Felices Fiestas.
Está claro que no deja indiferente a nadie. En Facebook, por ejemplo, los comentarios sobre su diseño han sido más en contra que a favor, y creo que independientemente de que pueda gustar más o menos, eso dice mucho del modelo.
EliminarUn saludo, y felices fiestas para ti también ;)
Pues no es de lo mas extravagante que le he visto hacer a Sbarro, al menos no le puso seis ruedas.
ResponderEliminarEste concept lo tenia visto de antes, creo que desciende de otro que se llama Axel.
Saludos!
Pues no, por extravagancia este modelo no es el máximo exponente de Sbarro. Lo que no sabía es lo de su posible descendencia que comentas, así que tocará investigar, jejeje.
EliminarUn saludo, y feliz año, compañero ;)