Pocos coches han existido como el primer Renault Twingo: pequeño, muy espacioso y con un aire muy juvenil. Fue todo un éxito de ventas, pero lo que pocos saben es que estos conceptos ya habían sido usados anteriormente por un humilde fabricante polaco
Mayo de año 1971. Dentro de las oficinas de Renault comenzaban a circular rumores de que la empresa tenía sobre la mesa la idea de fabricar un pequeño modelo pero que a su vez tuviera un enorme espacio interior. Parece ser que la finalidad era encontrar un digno sustituto al Renault 4, coche que hasta entonces había cumplido con este cometido de forma sobresaliente. Se empezó a estructurar el proyecto "Voiture Bas de Gamne" (VGB) que en castellano podría traducirse como "automóvil de gama baja", cuyo resultado final debía ser lo que se había decidido bautizar como Renault 2.
Para el diseño del Renault 2 se hizo el encargo al célebre Robert Opron, conocido por dar vida a los Citroën GS y CX, y a Gastón
Juchet. En julio de 1975 ambos diseñadores presentaron dos modelos a escala real a la
cúpula de Renault quienes, indecisos frente a la rentabilidad del
proyecto, lo archivaron temporalmente.
Tuvieron que pasar 8 años para que Renault rescatara de nuevo la idea de tener en su catálogo un coche con la mejor relación tamaño-espacio, y finalmente en el año 1985 se encargó a los diseñadores Jean Pierre Ploué y Patrick LeQuément que definieran las líneas del proyecto. El resultado se dio a conocer en el año 1988, y fue conocido como Proyecto W60, prototipo que finalmente serviría para dar vida al conocido Renault Twingo.
¿Pero por qué Renault decidió resucitar una idea que había enterrado varios años atrás? Pues para encontrar el verdadero motivo tenemos que viajar hacia el Este, concretamente hacía tierras polacas, tierra donde surgió un concept car denominado FSM Beskid 106...
ASÍ ES EL FSM BESKID 106
A principios de los años 80, y tras algunos años de haber producido bajo licencia el Fiat Polski 126p (la versión polaca del Fiat 126) el fabricante polaco FSM comenzó a investigar sobre cómo poder renovar al veterano modelo de origen italiano.
Las tareas de diseño y construcción de prototipos para este nuevo vehículo, así
como su adaptación a los procesos de producción, fueron
encomendadas al altamente capacitado Centro de Investigación y
Desarrollo Automotriz BOSMAL, el cual había sido fundado en 1972 para proveer
servicios de ingeniería y desarrollo a las fábricas del POL-MOT
(Consorcio Automotríz de Polonia) De modo que en 1981, el equipo liderado por el
ingeniero Wieslaw Wiatrak comenzó con el diseño del vehículo, y con los planos ya terminados en 1982 se iniciaron las
tareas de desarrollo que culminaron con el primer prototipo terminado y presentado en la primavera de 1983; el FSM Beskid 106.
Ni que decir tiene que el modelo comenzó a llamar rápidamente la atención, gran parte por culpa de su llamativa carrocería de tipo monovolumen, gracias a la cual se lograba maximizar el espacio dentro del habitáculo a pesar de sus contenidas medidas. Pero además, dicha carrocería también se diseñó pensando en la eficiencia energética, ya que su coeficiente aerodinámico es de solamente 0.29 Cx
Lamentablemente el mundo del automóvil no es ajeno a los problemas económicos y políticos que puede sufrir uno o varios países, de modo que en el año 1987 el proyecto de llevar a fabricación el Beskid tuvo que ser cancelado. Es más, el gobierno polaco ordenó incluso la destrucción de los siete prototipos que se habían construido, algo que afortunadamente no llegó a materializarse (por lo menos en su totalidad) y actualmente dos de ellos se encuentran en el Muzeum Inżynierii Miejskiej de Cracovia y en el museo de tecnología del Palacio de la Cultura y la Ciencia en Varsovia, respectivamente.
Sin embargo, como hemos visto anteriormente, 10 años más tarde el Beskid también dejó su legado en forma de inspiración, cuando la patente en Polonia ya había expirado, y su filosofía de pequeño monovolumen se convirtió en todo un éxito que vendió más de 2,4 millones de unidades bajo la forma de Renault Twingo. ¿Pero qué hubiese pasado si el Beskid se hubiese producido finalmente? Eso es algo que nunca sabremos...
Gran hallazgo!
ResponderEliminary yo que pensaba que el Twingo fue el primer minimonovolumen, se me ha caído un mito, bueno al menos hay que reconocer a Renault la valentía de sacar el Twingo a producción.
Saludos.
Pues sí, no hay que quitarle mérito a Renault por atreverse a producir el Twingo, y ya de paso otros vehículos menos exitosos pero igual de innovadores. Lo cierto es que estos franceses tienen a veces un punto de locura a la hora de crear automóviles que a mí me encanta.
EliminarSaludos ;)
Buena historia no la conocía, Este FSM me recordó al Lada Oka. El Twingo por su parte también me gustó, un verdadero carro de batalla. La verdad que Renault con las inspiraciones ha estado sembrada, y con esto me viene a la mente la historia de Matra y la Espace...
ResponderEliminarSaludos!
A Renault no se le puede criticar por falta de innovación y originalidad, la verdad, aunque a veces hayan sido soberanos fracasos. Y en cuanto al Twingo, pocos coches me han sorprendido por su espacio interior; todavía recuerdo mi asombro cuando me monté en uno por primera vez.
EliminarSaludos ;)