Australia podrá presumir de muchas cosas, pero la tradición e historia automovilística no está entre sus puntos más atractivos. Sin embargo, no se puede decir que no sea por intentarlo (seguro que todos conocéis a Holden)
Unos de estos intentos de tener un fabricante propio fue el protagonizado a mediados de los años 70 por el piloto británico Tony Farrel y el empresario Daryl Davies. Juntos fundaron en el año 1974 la empresa Ilinga (término aborigen que se puede traducir como "sobre el horizonte") y su objetivo no era moco de pavo: competir nada más y nada menos que de tú a tú contra fabricantes de deportivos de lujo consagrados como Porsche o Aston Martin.
El resultado final de este ambicioso proyecto fue un vehículo deportivo denominado Ilinga AF2, el cual fue presentado en el Salón de Melbourne del año 1975.
El AF2 estaba propulsado por un V8 de origen Rover de 4.4 litros y caja de cambio automática de 3 velocidades, rindiendo un total de 220 CV. Igualmente, como buen deportivo de lujo estaba bien equipado, con elementos como el reloj digital, un interruptor de retardo que apagaba las luces y cerraba las puertas si el conductor no lo hacía, un reproductor de casetes con radio, elevalunas eléctricos y aire acondicionado totalmente integrado.
La acogida del Ilinga fue buena, recibiendo un total de 15 pedidos. Sin embargo, las consecuencias derivadas de la crisis del petróleo de 1973, la falta de historia automotriz australiana, y el exagerado precio que llegó a tener el modelo porque su coste del desarrollo y fabricación del coche llegó a los 328.000 dólares, determinaron que solamente llegasen a fabricarse dos modelos, y que la empresa llegase a desaparecer con prácticamente poco más de un año de vida.
La delantera me recuerda a un Porsche 924 y la trasera a un Maserati.
ResponderEliminarEl interior parece dejar bastante que desear en cuanto a diseño, ergonomía y calidad de ajustes.
De este no había leído nada pero si del Bolwell Nagari.
Esa caja automática mata todas sus pretensiones deportivas.
Un saludo.
A mí estéticamente no termina de convencerme; lo veo carente tanto de aspecto deportivo y de elegancia en el diseño, aunque no me parece un coche feo. Y sí, esa caja echa para atrás, pero no era ni la preferencia ni la intención de sus creadores.
EliminarSaludos;
Lo desconocía. Me gusta. Es como una mezcla entre un 924 y un 1200 Bocanegra, la parte trasera y esas salidas de aire en el guardabarros me recordaron al SEAT. Una mezcla genial. El motor puede que sea el mismo que el del Rover SD1.
ResponderEliminarLa verdad que los australianos la poca industria que tuvieron se la cargaron recientemente. Los Holden Commodore que eran los únicos que se diferenciaban de Opel/Chevrolet ya murieron y creo que últimamente ha habido cierres de fábricas por aquel país...
Saludos!
Sois muchos los que le habéis sacado parecido al frontal con el Porsche 924 y también con el 944, y cietamente, creo que estáis en lo cierto. El de sacarle parecido con SEAT, eres el primero, pero también coincido contigo.
ResponderEliminarY por cierto, ahora que hablas de industria del motor australiana. ¿A ningún australiano se le ha ocurrido crear una marca cuyo logo sea un canguro?
Estoy seguro que algo así existió... No puede ser que el santo y seña del país no tenga una marca de coches con su imagen.
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