Para muchos, el Lamborhini Murciélago ha sido un digno sucesor del mítico Diablo. Sin embargo, Lamborghini creó otro modelo que se quedó a las puertas de haber tenido este prestigioso honor. ¿Crees que acertaron con la decisión?
Nos encontramos a finales de la década de los noventa. Tras
llevar en el mercado bastantes años, Lamborghini tenía decidido que había que
ponerse a trabajar en serio para encontrar un digno sucesor para su admirado
pero veterano Diablo. Como era de esperar, algunas casas de diseño hicieron sus propias propuestas, siendo la presentada por Zagato (denominada como L147) la que mejor aceptación tuvo dentro de los mandamases de la marca. El proyecto fue tomando forma poco a poco, y con la llegada del grupo Volkswagen en el año 1998 los trabajos incluso se aceleraron.
Pero el proyecto siguió adelante y el modelo fue mejorado en dos aspectos. En primer lugar, se le dotó de una versión actualizada del motor, el cual rendía ahora 640 CV, aunque según algunos comunicados de prensa la versión de producción estaría descafeinada a los 610 CV, y de paso solucionaba también los problemas de calentamiento mencionados. Gracias a ello, y ya en segundo lugar, también se rediseñó la estética, con unas tomas de aire más pequeñas y acordes con la coherencia estética del modelo, así como unos nuevos grupos ópticos.
Todo estaba listo para que el Canto hiciera su presentación oficial en el Salón de Ginebra del año 1999, para que saliese a producción en el año 2001, más que nada para terminar de solucionar los últimos flecos que dejarían al modelo listo para su salto al mercado. Sin embargo, con casi todos los deberes hechos, el modelo nunca terminó de gustar a Ferdinand Piech, máximo dirigente del grupo VW, alegando que carecía del aspecto italiano que se le presupone a un Lamborghini, y que tampoco tenía la agresiva apariencia del Diablo o el Countach.
De modo que el Canto nunca llegó a presentarse en Suiza debido a la cancelación del proyecto por parte de Piëch, aunque según algunas fuentes consultadas parece ser que se llegaron a fabricar un total de cinco coches, uno de los cuales es un prototipo totalmente funcional adquirido por un coleccionista que lo envió a Japón. Otro de los modelos se encuentra expuesto en la sala de la fábrica de Lamborghini en Sant’Agata Bolognese, Italia.
Finalmente, todos sabéis que el desenlace del culebrón Diablo ocurrió en el año 2001, cuando Lamborghini presentó a su nuevo miembro de la familia; el Murciélago.
A mi me gusta más el Murcielago, porque personalmente prefiero los diseños mas limpios y angulosos, tal vez la trasera de este Canto, con esas tomas tan grandes y elevadas, rompe un poco la linea, sobre todo en la vista lateral. Y estoy con Piech que el Murcielago se parecía mas al Countach y a l Diablo.
ResponderEliminarUn saludo!
Yo también creo que fue todo un acierto la decisión final que tomaron
EliminarEste coche es bonito por diferente, pero coincido con el gusto del polémico Piech. La trasera sobre todo me parece lo menos italiano, y el resto es demasiado suave, en comparación con los modelos llenos de aristas que se vieron después.
ResponderEliminarTambién no lo veo del todo diferente a su predecesor, siendo más lógico para un renacimiento un cambio radical.
Saludos!
Yo tampoco lo considero feo, pero me parece más un diseño que encajaría más dentro de McLaren que de Lamborghini.
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