La idea de un futuro en el que los vehículos conducirán de forma autónoma está hoy en día en boca de todos. Sin embargo esta visión del futuro no es nueva, y ya se soñaba con ella hace ya casi un siglo.
Aunque seguramente te haya venido a la cabeza una popular
serie de animación cuando has leído el título de este artículo, tengo que
decirte que lo que vas a leer a continuación no tiene nada que ver con dicha
serie. Porque curiosamente, Futurama fue el nombre elegido para
reflejar a finales de los años 30 la idea de cómo serían las ciudades del
futuro, y dentro de dichas ciudades los coches circularían de forma autónoma.
¿Te apetece saber cómo era esta visión que tenían del futuro
hace más de 80 años?
ASÍ ERA FUTURAMA.
Estados Unidos, año 1939. Solamente habían pasado una década desde que estalló la conocida como “Gran Depresión” por lo que, con este contexto, era normal que la sociedad norteamericana necesitara ver el futuro con optimismo. A ello contribuían los eventos y exposiciones que trataban de enseñar cómo sería la sociedad del futuro; una sociedad feliz cargada de avances tecnológicos. Una de las propuestas que más llamó la atención fue la expuesta en la Feria Internacional de Nueva York celebrada durante los años 1939 y 1940. Su nombre, Futurama.
¿Pero qué era Futurama? Conocida con el sobrenombre de The World of Tomorrow, Futurama era un proyecto patrocinado por General Motors que mostraba a los visitantes como sería el estupendo mundo en el que iban a vivir a partir de 1960.
Ese mundo estaba formado por ciudades repletas de rascacielos y con niveles para peatones que se elevaban sobre los destinados a vehículos. Había plantas de energía, granjas para alimentos modificados artificialmente, plataformas en los tejados para máquinas de vuelo individuales, etc.
Pero uno de los aspectos más destacables de Futurama era que presentaba multitud de autopistas multicarril con vehículos controlados remotamente en los que el conductor podía olvidarse del volante. Lo cierto es que uno de los objetivos de Futurama era la de tener un papel determinante en la vertebración de la red de autopistas que se expandió por el país a mediados del siglo pasado revolucionando el transporte y la sociedad.
La instalación tenía como propósito no declarado impulsar esa red de autopistas para dejar atrás las saturadas y peligrosas carreteras que transitaban los vehículos de la época. Y para eso era necesario fijar un ideal en la mente de la sociedad del momento, un ideal ligado a la tecnología en el que los vehículos y autopistas tendrían una importancia fundamental y que introdujo por primera vez al gran público el concepto de conducción autónoma.
EL CREADOR DE FUTURAMA Y SU CONCEPTO DE VEHÍCULO AUTÓNOMO.
Futurama fue creada por el popular diseñador industrial Norman Bel Geddes, el cual estaba considerado como un pionero dentro de su parcela, y fue un fiel defensor de un estilo en el que la aerodinámica tenía un papel principal. Geddes realizó muchas creaciones fuera del mundo del automóvil, pero éste no le fue ajeno, y para la historia del automóvil nos dejó un peculiar prototipo de coche con forma de lágrima denominado Motocar Number 9.
A parte de su
diseño aerodinámico con forma de lágrima que nos recuerda a otros vehículos posteriores como el Future o el Highway Aircraft Fascination, este prototipo ofrecía una excelente visibilidad gracias a sus ventanas y parabrisas curvado.
Su interior era apto para ocho ocupantes, estando el asiento del conductor más adelantado que el del resto y el volante en el centro del salpicadero.
Tenía ocho ruedas; cuatro en la parte delantera y otras cuatro en la trasera, siendo el ancho de vías trasero bastante más prolongado que el delantero con el fin de otorgar mayor estabilidad, a lo cual también contribuía
un estabilizador vertical ubicado en la zaga, aunque fue un elemento que se añadió a posteriori.
Pero el Motocar Number 9 no fue la única contribución que Geddes quiso hacer al mundo del automóvil, ya que a él se le atribuye la autoría del primer coche autónomo. Sin embargo, las ideas de Geddes nada tienen que ver con lo que entendemos en la actualidad por coche autónomo, ya que él se centró en automatizar la vía antes que el vehículo.
Y es que Geddes imaginó carriles con forma de “trincheras” para que cada vehículo se mantuviera en su propia pista y también con ranuras o rieles, como los del transporte por tren, que se acoplaban a ruedas de acero ocultas en el interior de cada neumático.
Pero la idea más avanzada era la de un vehículo eléctrico guiado por campos electromagnéticos controlados por radio y generados con picos metálicos magnetizados incrustados en la calzada, manteniéndose la distancia de seguridad entre los coches gracias a un sistema de radio control automático. He tratado de averiguar algo más sobre este sistema para tratar de comprenderlo mejor, pero hasta el momento no he averiguado nada…
Apasionante!
ResponderEliminarLas maquetas de Futurama me recuerdan a la película Metrópolis.
Pero a la vez lo encuentro aterrador porque pienso que limita mucho la libertad de movimientos individual, sin hablar del fin de la conducción activa como elemento de disfrute, seria como dices algo similar a montarte en un vagón de tren.
Técnicamente la conducción autónoma es todo un desafío, mira Tesla que lleva tantos años detrás de su implantación.
Un saludo.
Creo que la solución que planteban para el asunto de la movilidad era la de estructurar la ciudad en niveles diferentes, por lo que peatones y vehículos nunca coincidirían en el mismo nivel.
EliminarSaludos ;)
A pesar de ser un apasionado del automóvil, creo que el coche autónomo solucionaría muchas cosas. Creo que acabaría con los atascos (y la contaminación que estos generan) pero sobre todo con las muertes. Creo que un ordenador siempre será más sensato que un humano.
ResponderEliminarPara mi, eso que te transporte un "cubo teledirigido" en los aburridos y estresantes trayectos al trabajo no suena del todo mal.
Saludos!
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