Fiat Multipla, Nissan Cube, Pontiak Aztek... Estos son solamente tres ejemplos de vehículos que, más allá de sus virtudes, siempre serán recordados por su controvertida estética que hará que los odies, o los ames.
Todos tienen en común que, seguramente en algún momento de su vida comercial, han recibido críticas y palos por su diseño. ¿Podríamos encontrar algo parecido en el mundo de súper deportivos? Pues desgraciadamente sí, tanto, que nuestro protagonista incluso llegó a ser pregonado como "una de las peores creaciones de cuatro ruedas jamás vista", o también como "un descenso descontrolado a los más profundos y oscuros recovecos de la fealdad". Incluso este linchamiento se volvió a producir 52 años después de su creación, cuando el periodista de Motortrend, Aaron Gold, afirmó que se trataba de una “escena del crimen visual” y que poseía un “nivel de fealdad raramente visto”.
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Marcos Mantis XP, modelo que sirvió de base para la creación del M70 |
Derivado del espectacular e impresionante prototipo XP (aunque parezca imposible) el Marcos Mantis M70 nació en el año 1970. Al igual que el XP, contaba con una carrocería de líneas angulosas y afiladas. Guste más o menos, nadie puede dudar de que el Mantis M70 es un ejercicio estilístico muy interesante, con un diseño sin igual, que combina un frontal bajo y muy futurista, definido por las ópticas encapsuladas en plástico y la gran parrilla vertical del capó, con una zaga elegante de líneas muy tradicionales, que recuerda a los mejores GT británicos e italianos de la época. Destaca también el encuadre de las ventanillas y los cristales laterales, con complejos contornos.
En cuanto a las motorizaciones que estuvieron disponibles, aquí no encontramos nada tan llamativo como su estética. Inicialmente, el Mantis M70 se ofrecía con una mecánica 2.6 de 6 cilindros en línea del Triumph TR6, que lo hacía capaz de hacer el 0 a 100 km/h en 9 segundos, y alcanzar una velocidad punta de nada más y nada menos que 320 km/h. Posteriormente, y para aquellos que no fuesen tan "quemados" se incorporó una versión más accesible equipada con el motor 1.6 de 4 cilindros que equipaba el Ford Escort
Este batacazo no hizo más que acrecentar los graves problemas financieros por lo que estaba atravesando Marcos, hasta tal punto de que la empresa tuvo que declararse en suspensión de pagos. Pero aquí no acabó la vida del Marcos Mantis, ya que una empresa llamada Autotune (afortunadamente no tenía nada que ver con el Reguetón) se hizo con los chasis fabricados y produjo algunos ejemplares más bajo el nombre de Autotune Mirage.
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