Nos encontramos en el mes de noviembre del año 2007. Yo llevaba ya como un par de semanas mirando atentamente las predicciones meteorológicas tras conocer que se iba a celebrar una c oncentración de coches tuning en los aparcamientos del hipódromo de Montequinto (Sevilla) Por aquel entonces, dicho emplazamiento estaba solamente a 5 minutos en coche de donde vivíamos mi compañero de fatigas sobre ruedas y un servidor, por lo que no habría perdón alguno si nos perdíamos dicha cita. Además, nos encontrábamos en un época en el que el tuning comenzaba a estar cada vez más perseguido, y en el que los fantasmas de la inminente llegada de una gran crisis económica se hacían cada vez más visibles, por mucho que ZP defendiera que sólo se trataba de una ligera recesión. Por último, también hacía mucho tiempo que no asistía a una gran concentración con cierto nivel en el asunto de accesorios tuning y calidad de acabados. Y al final, todo salió a pedir de boca. Hizo un tiempo totalment